“Esta guerra es nuestra guerra, la llevaremos hasta el final, hasta la victoria”, comentó Jacques Doriot, el líder del Partido Popular Francés, al iniciarse la invasión alemana de la Unión Soviética en el verano de 1941 (Oleg Beida, The French Legion in the Service of Hitler. 1941-1944, 2013). Fueron las organizaciones colaboracionistas que operaban en la Francia ocupada, así como el régimen títere de Vichy, las que solicitaron que se enviaran tropas francesas al Frente Oriental, en apoyo de las tropas del Eje a luchar contra el Ejército Rojo.
El gobierno de Vichy lo tenía claro: La participación francesa en la “lucha europea contra el comunismo” le aseguraría un trato preferencial en la Europa de la posguerra. Al final, enviar una unidad militar de voluntarios franceses al frente soviético-germano se consideró una buena medida de propaganda. Y para el verano de 1941, se habían abierto oficinas de reclutamiento en las que podían inscribirse quienes desearan “defender la civilización contra la barbarie oriental”.
A diferencia de la vecina España, que logró reunir una división completa con 18.000 voluntarios, el proceso de reclutamiento en Francia fue lento. Mientras que muchos españoles nacionalistas estaban ansiosos por luchar contra los bolcheviques, los franceses no veían ninguna razón en particular para dirigirse hacia la lejana y hostil Unión Soviética. Durante toda su existencia, la Légion des Volontaires Français Contre le Bolchevisme (Legión de Voluntarios Franceses contra el Bolchevismo) no sedujo a más de 7.000 miembros, y la primera unidad sólo contaba con 2.352 efectivos.
Después de llegar al cuartel de Borgnis-Desbordes, cerca de Versalles, los legionarios vivieron su primera decepción. En lugar del esperado uniforme francés, se les entregó el Feldgrau (“gris de campo”), uniforme estándar de la Wehrmacht. Sólo los chebrones que llevaban la bandera tricolor revelaban que eran franceses. Habiendo pasado a formar parte del ejército alemán como el Regimiento de Infantería número 638, la Legión fue enviada al Frente Oriental en el otoño de 1941.
Los legionarios franceses fueron trasladados al frente en ruta a Moscú en el momento más álgido de la Operación Tifón, y se acercaron más a la capital soviética que cualquier otro aliado alemán (rumanos, húngaros, croatas, italianos, eslovacos y otros), llegando estar a sólo 63 km del Kremlin. Los franceses, como dijo el periódico marsellés L'Oeuvre, habían “venido a aplastar aquella monstruosidad”.
La propaganda alemana y la de Vichy pregonaban que los legionarios eran los herederos del Gran Ejército de Napoleón, destinados a restaurar el honor y la gloria de sus antepasados. Pero el Regimiento de Infantería número 638, que formaba parte de la 7ª División de Infantería junto con otras secciones del Grupo de Ejércitos Centro, se enfrentó a un poderoso contraataque soviético, que provocó la pérdida de 500 hombres, incluso por congelación y enfermedades durante su apresurada retirada. Aunque la escala no fue napoleónica, aquello supuso un gran golpe para una formación tan pequeña. En 1942 los hombres fueron asignados a operaciones de seguridad de la retaguardia en Bielorrusia. Al mismo tiempo, se formó otra unidad en Francia, La Légion Tricolore (Legión Tricolor), pero esta unidad fue absorbida por el LVF seis meses después. Durante la primavera de 1942, el LVF se reorganizó con solo el 1º y 3º batallones. El comandante francés de la LVF, el coronel Roger Labonne, fue relevado a mediados de 1942, y la unidad estuvo adscrita a varias divisiones alemanas hasta junio de 1943, cuando el coronel Edgar Puaud tomó el mando.
Los legionarios restantes más tarde se utilizaron para llevar a cabo operaciones anti-partisanas en los bosques de Bielorrusia. Después de un segundo enfrentamiento infructuoso con el Ejército Rojo en 1944, la Legión fue finalmente retirada del frente y disuelta. Muchos soldados fueron transferidos al nuevo Regimiento Charlemagne (33ª División de Granaderos Charlemagne SS), y participaron en la defensa de Berlín.
Léon Merdjian, de 15 años, posa para una fotografía con su unidad colaboracionista del Eje, la Legión de Voluntarios Franceses (en francés: Légion des Volontaires Français o LVF). Los alemanes lo conocían oficialmente como Regimiento de Infantería (Infanterieregiment) 638. Léon Merdjian era un emigrado georgiano que llegó a Francia desde Tblisi con su familia antes del estallido de la guerra. Fotografía tomada cerca de Golovbovo, Óblast de Pskov, Rusia, Unión Soviética. Diciembre de 1941
Miembros de la LVF, soldados franceses integrados en la Wehrmacht, frente del Este, 1941. La Legión de Voluntarios franceses Contra el Bolchevismo (Légion des volontaires français contre le bolchévisme, oficialmente 638° Regimiento de Infantería o simplemente Légion des volontaires français, LVF) fue una Milicia colaboracionista de la Francia de Vichy, fundada el 8 de julio de 1941. Posteriormente, junto a otras unidades franceses, se formó en la 33ª Division de Granaderos "Charlemagne", en julio de 1944. Sus últimos combates fue en Berlín, con unos 500 efectivos solamente
La Batalla de Körlin y Belgard. División Charlemagne escapa de la encerrona de Pomerania
En 1945, el Ejército Rojo estaba llevando a cabo una serie de ofensivas masivas en el frente oriental, con el objetivo de empujar a las fuerzas alemanas hacia el oeste y avanzar hacia Berlín. En el marco de estas ofensivas, se produjo la Batalla de Pomerania Oriental, en la cual las ciudades de Körlin (hoy conocida como Karlino, en Polonia) y Belgard (hoy conocida como Białogard) se convirtieron en puntos estratégicos.
La partida de la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne» del Cuartel de Wildflecken se produjo el 17 de Febrero de 1945 en tren. Durante el trayecto los voluntarios ya fueron víctimas de la aviación soviética que bombardeó y ametralló los vagones causando las primeras 20 bajas entre los franceses que sumaron 7 muertos y 13 heridos. Por suerte y tras más de cinco días de viaje, el 22 de Febrero desembarcó el 33º Grupo SS de Cazacarros y el 57º Regimiento SS de Granaderos en la Estación de Hammerstein en Pomerania, seguidos poco después por el resto de fuerzas de la división que fue integrada dentro del XVIII Cuerpo de Montaña Alemán.
Al iniciarse la ofensiva soviética en Pomerania en enero de 1945, la División Charlemagne estaba incorporada al Grupo de Ejércitos Vístula y fue desplegada en la zona central costera del Mar Báltico pero quedó prácticamente aniquilada a finales de febrero de 1945 tras combatir entre Stettin y Dantzig en Pomerania contra tropas del Ejército Rojo muy superiores en número, 3.000 franceses murieron en esos combates. y luego sufrió otra seria derrota en la pequeña localidad de Körlin el 5 de marzo de 1945 hasta que los sobrevivientes pudieron ser evacuados.
Inesperadamente el 25 de Febrero de 1945, el XIX Ejército Soviético del general Sergei Kolzov desencadenó una ofensiva contra el sector de la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne», precedida por un durísimo bombardeo de artillería y lanzacohetes Katyusha. No obstante y a pesar de la superioridad numérica en infantería y blindados, los soldados franceses, equipados con simples armas cortas, rechazaron a los soviéticos y les destruyeron varios tanques T-34 como hizo el 57º Regimiento SS de Granaderos en Heinrichswalde y el 58º Regimiento SS de Granaderos en Barkenfelde.
Con las primeras luces del 27 de Febrero de 1945, un total de 3.000 efectivos de la 33ª División SS de Granaderos «Charlemagne» llegaron a Neustettin bajo una intensa nevada para quedar integrados en el Cuerpo Von Tettau (Korpsgruppe Von Tettau) al mando del general Hans Von Tettau.
Por desgracia aquella misma tarde, el III Cuerpo Blindado de Guardias Soviético atacó Neustettin, por lo que la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Carlomagno» emprendió la retirada durante la madrugada del 28.
Un total de 4.000 soldados de la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne» se atrincheraron el 29 de Febrero en las dos ciudades fortificadas de Belgard y Körlin.
Allí permanecieron hasta que la noche del 3 al 4 de Marzo, el I Ejército Blindado de Guardias Soviético al mando del general Mikhail Katukov lanzó una ofensiva contra las dos plazas, poniendo bajo asedio ambas y apoderándose de un tren con refuerzos para los franceses que supuso la captura de gran parte del personal de zapadores, sanidad, veterinaria, taller, trabajo y las dos columnas hipomóviles. Sin embargo la tragedia no acabó ahí porque a las 23:00 horas de la noche del día 4, la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne» intentó romper el cerco por Belgard aprovechando la niebla y acampando en medio de la nieve. Lamentablemente como se habían desorientado durante el trayecto, nada más amanecer los franceses descubrieron para su sorpresa que se situaban en medio de un valle rodeados de cañones y tanques soviéticos. Inmediatamente los rusos abrieron fuego y provocaron una auténtica carnicería que se desarrolló con cientos de muertos abatidos por la espalda mientras intentaban escapar y torsos mutilados que saltaban por los aires. Aquel desastre francés que terminó con el aniquilamiento de casi todo el contingente francés y acabó con la vida del general Edgard Puaud, sería recordada en Francia como la «Matanza de Belgard”.
Comprendiendo que escapar de Belgard-Körlin era una tarea muy complicada y que el I Ejército Polaco acababa de facilitar el estrechamiento del cerco tras acudir en ayuda del I Ejército Blindado de Guardias Soviético; el nuevo general Jean Bassompierre que acababa de tomar el mando de la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne», decidió que únicamente tenía dos opciones: quedarse y con total seguridad morir o intentar romper el cerco y quizá morir también. Por supuesto eligió la segunda y por eso los franceses, en compañía de la 15ª División SS de Granaderos Letona «Lettishce», contraatacaron contra el perímetro más vulnerable polaco-soviético junto al Río Oder, cuyas aguas consiguieron cruzar en pontones para posteriormente echar a correr hacia los campos y los bosques. Únicamente 200 tropas francesas lograron alcanzar las líneas del Ejército Alemán porque el resto murió en combate o fue capturado, como por ejemplo le sucedió al mismo general Jean Bassompierre.
Muy escasos fueron los efectivos supervivientes de la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne» respecto a su plantilla original, motivo por el cual se hizo más necesaria que nunca su evacuación para impedir su disolución.
Kolberg fue la última posición de la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne» en Pomerania, la cual sostuvieron 200 franceses resistiendo el asedio al que habían sido sometidos en el puerto por el I Ejército Polaco. Afortunadamente y tras rechazar la oferta de rendición de los polacos, los días 18 y 19 de Marzo todos los galos fueron evacuados desde el Mar Báltico hacia Meseritz por la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine). Gracias a la contribución de la 33ª División SS de Granaderos Francesa «Charlemagne» en Pomerania, el Eje pudo rescatar a 6.000 soldados alemanes y letones, y también a 26.000 civiles prusianos.
Una vez reagrupados en el Mecklenburg, les dan la alternativa de abandonar la lucha o unirse a un batallón de trabajadores. La mayoría decide proseguir luchando hasta el final y prestan de nuevo el juramento de la SS de «servir con fidelidad y valentía hasta la muerte». Por orden de la Cancillería trescientos de ellos alcanzaron la capital del Reich en el momento en que las fuerzas soviéticas apretaban las tenazas alrededor de la ciudad. Ya con la suerte casi echada, yendo a morir en defensa de una idea. Lanzados al combate en el sector de Neukölln, los hombres del Batallón de Asalto Charlemagne consiguen tomar algunos bloques de casas, pero se ven obligados a replegarse en la Hermannplatz para evitar quedar cercados.
El 2 de Mayo de 1945 murió el último soldado francés de la Batalla Berlín, concretamente un cabo llamado Roger Albert-Brunet, quién había sido miembro de la Milicia Francesa y había destruido 4 tanques soviéticos durante la lucha; el cual cayó ante la bala de un soldado ruso borracho nada más rendirse. Fue así como con esta última acción, el 33º Regimiento SS de Granaderos Francés «Charlemagne» dejó de existir.
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=892357239582119&set=a.418790153605499
-MORIR EN BERLÍN Historia de los Waffen-SS franceses últimos defensores del bunker de Adolf Hitler Muerte ,de Jean Mabire
-SS Charlemagne The 33rd Waffen-Grenadier Division of the SS
De Tony Le Tissier 2010
Historia de la Segunda Guerra Mundial
Pedro Pablo Romero Soriano PS