Masacre de Nanking

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Japón había iniciado su política de conquistas militares invadiendo el territorio chino de Manchuria en septiembre de 1931. Seis años más tarde, en julio de 1937, Japón invadió el territorio de China y desató la Segunda Guerra Mundial en Asia.
Asesinatos en masa
El incidente más infausto durante este periodo fue la Masacre de Nanking de 1937-1938, cuando el Ejército japonés masacró a doscientos mil civiles y prisioneros de guerra, según el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente, aunque el número aceptado se encuentra en centenas de miles.


El general Iwane Matsui (al frente) y el principe Yasuhiko Asaka pasan frente a una formación de soldados tras la captura de Nanjing. Diciembre de 1937

Este terrible evento fue conocido como la Masacre de Nanking o la Violación de Nanking, un holocausto olvidado.
Se estima que 20.000 mujeres, incluidos niños y ancianos, fueron violadas durante la ocupación japonesa de la ciudad de Nanking.
La ciudad, en ese momento capital de la República de China, había caído en manos del Ejército Imperial Japonés, y entre diciembre de 1937 y enero de 1938, la vida cotidiana de los habitantes chinos fue una pesadilla.
Los soldados japoneses fueron de puerta en puerta en busca de niñas y mujeres que luego fueron arrestadas y violadas en grupo.
Y como si eso fuera poco, las mujeres fueron asesinadas después de ser violadas.
Luego, los japoneses reunieron a unos 20.000 jóvenes chinos y los llevaron en camiones fuera de las murallas de la ciudad, donde iban a ser masacrados. Luego, las tropas japonesas saquearon la ciudad de Nanking y violaron a la mayoría de la población femenina.
Un grupo de soldados japoneses borrachos deambulan por la ciudad, saqueando, violando y matando civiles a su antojo. Si se detenía a algún civil en la calle y se descubría que no tenía ninguna propiedad, se lo mataba de inmediato.
Durante este período, el Ejército Imperial Japonés mató entre 40.000 y 300.000 personas. Este es el número total de civiles y soldados muertos.
Los cuerpos de miles de víctimas de la masacre fueron arrojados al río Yangtze hasta que el agua del río se volvió roja por los cadáveres de las víctimas de la masacre.


13 de diciembre de 1937.
Las tropas japonesas capturan Nanking, China, destruyendo la ciudad bajo las órdenes del general japonés Iwane Matsui iniciando una masacre de 300.000 ó más ciudadanos chinos (la mitad de la población de la ciudad) en lo se da a conocer como la Masacre de Nanking. Después de la guerra, el general Iwane Matsui, fue juzgado, condenado y ejecutado por crímenes de lesa humanidad.
Mientras que estos hechos ocurrieron antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la brutal ocupación japonesa jugó un papel importante en la formación de la política exterior estadounidense, específicamente las decisiones de prohibir el comercio con el Imperio japonés, incluido el embargo de petróleo y gas que motivó a Japón a atacar Pearl Harbor


Muy cruel la realidad. Cada bando tiene su porción de atrocidades...

Durante la masacre de Nanjing, un soldado japonés se tomó esta fotografía con una mujer china después de violarla. Diciembre 1937

En 1938 termina la masacre de Nanking, donde el Ejército imperial japonés masacró a la población civil china, lo que desataría el interés de China por unirse al bando de los Aliados para expulsar a Japón de su país, es un hecho que aún duele, y ha despertado el enorme sentimiento anti japonés de los chinos

La masacre de Nanking, más de 300.000 entre soldados y civiles chinos murieron por mano de los japoneses. Uno de los peores actos de represalia de la historia, un genocidio contra el pueblo chino que todavía duele tras más de 80 años. Una violencia inaceptable contra los civiles, hombres, mujeres y niños, avalada por la supuesta superioridad racial japonés

10 de marzo de 1947, tras ser procesado y condenado a muerte por el Tribunal de Nanking dirigido por el Generalísimo Chiang Kai-Shek, el General japonés Tani Masuo, quien orquestó la repudiable y atroz masacre de Nanking en 1937, fue ejecutado irónicamente por un veterano chino sobreviviente de la masacre




Esta es una fecha de infausto recuerdo. Hace 84 años, se daba inicio a la tristemente conocida como la "Masacre de Nanking", también conocida como la “Violación de Nanking”, (13 de diciembre de 1937- enero de 1938), la cual fue la matanza masiva de ciudadanos y soldados chinos que habían capitulado, por parte de soldados del Ejército Imperial Japonés después de la toma de la ciudad, el 13 de diciembre de 1937, durante la Guerra Sino-Japonesa que precedió a la Segunda Guerra Mundial.
En este día, unidades avanzadas de soldados japoneses capturaron la ciudad. Los defensores, en contra del consejo del general Chiang Kai-shek, que comandaba el Ejército chino, se esforzaron por resistir a los invasores, pero fue en vano. Tan pronto como entraron en la ciudad, los japoneses se lanzaron a una actividad de violencia desmedida y destrucción. Mujeres de todas las edades fueron violadas, individualmente y por grupos, y luego asesinadas, hasta 20.000 en total. Los soldados que se rindieron fueron fusilados, decapitados o bayoneteados. Otros fueron mutilados y asesinados de otras formas, a menudo de las formas más bestiales imaginables. En total, se estima que murieron en aquel periodo entre 200.000 y 300.000 personas, cifras que aún son materia de debate.
Durante las semanas siguientes al 13 de diciembre de 1937, continuaron las violaciones y masacres japonesas. Hubo atrocidades contra civiles y ejecuciones masivas. La enormidad de la escala y la naturaleza de estos crímenes fue documentada por los sobrevivientes y registrada en los diarios de los soldados japoneses. Nanking había sido una ciudad de 250.000 habitantes, pero a medida que la gente se retiraba hacia el oeste del avance japonés, la población de la ciudad aumentó a un millón en diciembre de 1937.
El 13 de diciembre, mientras la ciudad caía, un gran número de refugiados intentaron escapar por el río Yangtzé, pero no pudieron escapar porque faltaban casi todos los botes. Algunos intentaron nadar, pero los soldados japoneses les dispararon a todos, algunos en el agua, la mayoría en la orilla del río. En total, se estima que 50.000 murieron en ese lugar en unas pocas horas.
En las calles, alrededor de 100.000 refugiados o soldados heridos se apiñaban y se convirtieron en blanco de artilleros de tanques y artillería. Los cadáveres cubrían las calles. Se convirtieron en "calles de sangre" en el transcurso de una masacre de dos días. Muchos soldados chinos se movieron por el interior de la ciudad y se vistieron de civil, pero eso hizo poca diferencia en su destino.
Cualquier persona sospechosa de ser soldado fue arrestada. Todos fueron enviados fuera de la ciudad en grupos de varios miles a decenas de miles y disparados. Todos los que todavía estaban vivos fueron fusilados. Testimonios hay de que a algunos les echaron gasolina y los quemaron vivos. La barbarie se había adueñado de Nanking.
La destrucción de Nanking, que había sido la capital de los nacionalistas chinos de 1928 a 1937, fue ordenada por Matsui Iwane, comandante general del Ejército Japonés a cargo del Frente de China Central que capturó la ciudad. El ejército saqueó e incendió los pueblos circundantes y la ciudad, destruyendo más de un tercio de los edificios. Posteriormente, en 1940, los japoneses hicieron de Nanking la capital de su gobierno títere chino encabezado por Wang Ching-wei (Wang Jingwei). Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, Matsui y Tani Hisao, un teniente general que había participado en actos de asesinato y violación, fueron declarados culpables de crímenes de guerra por el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente y ejecutados. 


La masacre de Nanking (China) iniciada el 13 de diciembre de 1937 fue uno de los episodios de genocidio más brutales de la guerra. Entre otras atrocidades, los soldados japoneses ejecutaron a millares de sus victimas en verdaderas competencias de decapitación. Vemos tres escenas de aquellos terribles sucesos: ver pie de fotos

Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda con sus espadas. En 1937, durante la Masacre de Nanjing, los oficiales japoneses Toshiaki Mukai y Takeshi Noda se retaron a una competición sobre quién podía matar antes a 100 personas con su espada. Los periódicos japoneses cubrieron la competición día a día como si fuera un evento deportivo. Los dos hombres terminaron matando a más de 100 personas. Mukai mató a 106 personas y Noda mató a 105 personas. Debido a esto, los hombres decidieron reiniciar el concurso, esta vez compitiendo para matar a 150 personas.
La hoja de la espada de Mukai se dañó levemente durante la competición, informó el corresponsal japonés. “Mukai explicó que fue el resultado de cortar a un chino por la mitad, con casco y todo. El concurso fue 'divertido, declaró". Después de la guerra, las crónicas escritas del concurso llegaron al Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente. Los dos fueron arrestados por el Ejército estadounidense. Después, Mukai y Noda fueron extraditados a China. Allí fueron juzgados por un tribunal militar chino, declarados culpables de crímenes de guerra cometidos en Nanjing y condenados a muerte

Un soldado japonés prepara a un prisionero chino para su decapitación, durante la Masacre de Nanking


13 DE DICIEMBRE DE 1937 - NANKING: EL HOLOCAUSTO ASIÁTICO
Un día como hoy, hace 84 años, Nanking, la entonces capital de China nacionalista defendida por el Ejército Nacional Revolucionario, bajo el mando del general Tang Shengzhi, cayó en manos de los japoneses. A esto le siguió la infame Masacre de Nanking, en la que las tropas japonesas violaron y masacraron a cientos de miles de civiles y prisioneros de guerra.
“La razón por la que el 10º Ejército avanza hacia Nanking con tanta rapidez, se debe al consentimiento tácito entre los oficiales y los hombres de que podrían saquear y violar como quisieran”, dijo un periodista japonés en aquél momento.
En efecto, se alega que el príncipe Asaka, tío del Emperador Showa, emitió la orden de "matar a todos los cautivos", otorgando así licencia para la comisión de los crímenes que tuvieron lugar durante y después de la batalla de Nanking. Ya con anterioridad el Emperador había aprobado una guerra sin restricciones contra China.
Durante un período de seis semanas, las fuerzas del Ejército Imperial Japonés asesinaron de la manera más brutal y sádica que uno pueda imaginar (y que no quiero ni mencionar) a cientos de miles de personas. Asimismo, entre 20.000 y 80.000 mujeres de todas las edades fueron violadas.
La atrocidad más notoria -pero lejos de haber sido la más grave- fue un “concurso de asesinatos" entre dos oficiales japoneses, como publicó el Tokyo Nichi Nichi Shimbun. El concurso consistió en una competencia entre militares japoneses para ver quién podía matar a 100 personas primero usando solo una espada y se cubrió de manera muy similar a un evento deportivo, con actualizaciones periódicas sobre el puntaje durante una serie de días.
Después de perder la Batalla de Shanghai (ver último video que compartimos), Chiang Kai-shek sabía que la caída de Nanking era cuestión de tiempo. Él y su estado mayor se dieron cuenta de que no podían arriesgarse a la aniquilación de sus tropas más preparadas en una defensa simbólica de la capital. Para preservar a sus mejores hombres para futuras batallas, se dejó en Nanking a tropas novatas. También se ordenó retener la ciudad a cualquier precio y prohibió la evacuación oficial de sus ciudadanos. La estrategia de Chiang fue seguir la sugerencia de sus asesores alemanes de llevar al ejército japonés a las profundidades de China y utilizar el vasto territorio como fuerza defensiva. Chiang planeaba librar una guerra prolongada de desgaste en el interior de China.
Un pequeño grupo de empresarios y misioneros occidentales, el Comité Internacional para la Zona de Seguridad de Nanking, intentó establecer un área neutral de la ciudad que proporcionaría refugio a los ciudadanos de Nanking. La zona de seguridad, inaugurada en noviembre de 1937, tenía aproximadamente el tamaño del Central Park de Nueva York y constaba de más de una docena de pequeños campos de refugiados. La personalidad más conocida, quizás, fue el representante alemán de la Siemens, John Rabe, el “buen alemán de Nanking”, sobre quien ya hemos hablado.
Aunque los japoneses inicialmente acordaron respetar la Zona de Seguridad de Nanking, finalmente ni siquiera estos refugiados estuvieron a salvo de los feroces ataques. En enero de 1938, los japoneses declararon que se había restablecido el orden en la ciudad y desmantelaron la zona de seguridad; las matanzas continuaron hasta la primera semana de febrero.
No hay cifras oficiales para el número de muertos en la Masacre de Nanking, aunque las estimaciones oscilan entre 200.000 y 300.000 personas. Poco después del final de la guerra, el general Iwane Matsui, el comandante japonés, y su lugarteniente Tani Hisao fueron juzgados y condenados por crímenes de guerra por distintos tribunales y ejecutados. El príncipe Asaka, como ningún miembro de la familia imperial, fue juzgado por crímenes de guerra.
El evento sigue siendo un tema político polémico y un obstáculo en las relaciones chino-japonesas. El gobierno chino ha sido acusado por muchos japoneses de exagerar los detalles relacionados con la masacre, como el número de muertos. El gobierno de Japón ha admitido el asesinato de muchos no combatientes, saqueos y otros actos de violencia cometidos por el Ejército Imperial Japonés después de la caída de Nanking, y los veteranos japoneses que sirvieron allí han confirmado que la masacre.
Hoy por hoy, la negación de la masacre y los relatos revisionistas de los asesinatos se han convertido en un elemento básico del nacionalismo japonés. A diferencia de los alemanes, que reconocieron lo que hicieron; muchos japoneses continúan negándolo efectivamente.
Pese a la Declaración del Primer Ministro Shinzo Abe de 2015, disculpándose por los crímenes de guerra japoneses y promoviendo la idea de una paz duradera entre las superpotencias asiáticas, la Masacre de Nanking seguirá siendo una parte compleja de las relaciones chino-japonesas, una fuente de amargo desacuerdo entre tradicionalistas y revisionistas, y un doloroso recordatorio de las transgresiones japonesas durante la Segunda Guerra Mundial.

Autor: Fortis Leader para Fortis Leader - The Pacific & Asia


 

FUENTES:
https://www.facebook.com/historiasgm/photos/a.105107930962361/477233180416499/

https://www.facebook.com/photo?fbid=365847438312439&set=gm.1212382829230784

Pál Maléter

Historia de la Segunda Guerra Mundial

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José María Parras

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Alan Brito Delgado

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Fortis Leader - The Pacific & Asia





























Pedro Pablo Romero Soriano PS

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