El 30 de julio de 1944, Otto Elfeldt asumió el mando del LXXXIV Cuerpo de Ejército alemán, que fue rodeado y aniquilado en la Bolsa de Falaise unas semanas después. Otto intentó retirarse con sus oficiales y soldados, pero fue capturado por fuerzas polacas y entregado a los estadounidenses. Fotografía coloreada de agosto de 1944 que muestra al capturado teniente general alemán Otto Elfeldt antes de su interrogatorio en Saint Lambert sur Dive. Otto Elfeldt sería liberado en enero de 1948
Trent Park fue un centro utilizado por los aliados para espiar y extraer información a oficiales y generales alemanes capturados. Tenían muchas comodidades, y charlaban amenamente, sin saber que las salas y pasillos del campo tenían micrófonos y equipos de escucha instalados.
Se demostró que muchos oficiales y generales alemanes sabían sobre los crímenes nacionalsocialistas. Algunos los condenaban; otros los minimizaban o justificaban. Además, se demostró que no solo las SS y policía alemanas, sino partes del ejército regular alemán, habían participado en ellos.
Otto Elfeldt fue un coronel alemán durante la invasión alemana de la URSS, y teniente general cuando él y sus hombres fueron capturados en Francia en agosto de 1944.
En una ocasión a finales de diciembre de 1944, estando en Trent Park, charló con el oficial alemán Ferdinand Heim sobre la Masacre de Babi Yar, la cual fue perpetrada a finales de agosto de 1941 por unidades de las SS, Sicherheitspolizei y Ordnungspolizei alemanas, con colaboración de policías auxiliares ucranianos.
Otto Elfeldt contó que a un oficial bajo su mando le ordenaron no dejar rastros de la masacre.
Documento 113
OTTO ELFELDT: Cuando estábamos en el distrito de KIEV, mi oficial de señales volvió bastante horrorizado.... habló... era un ingeniero comandante de batallón- y a su batallón de ingenieros se le había asignado la tarea de volar eso... en el que estaban estos 32.000 judíos incluyendo mujeres y niños.
▸FERDINAND HEIM: Incluso si las cifras no son correctas, quiero decir, hay cosas que pueden ser absolutamente caracterizadas como criminales, o incluso como completamente locas y desquiciadas.
OTTO ELFELDT: De la misma manera que tengo obligaciones hacia mi familia y mi nación, también tenemos, por supuesto, como nación, ciertas reglas que debemos observar hacia el resto de la humanidad, no hay ninguna duda al respecto. No puedo comportarme como una bestia salvaje.
General alemán Otto Elfeldt capturado
Antes de su interrogatorio en Saint Lambert sur Dive, en Francia. El 30 de julio de 1944, Otto Elfeldt, asumió el mando del LXXXIV Cuerpo de Ejército alemán, que más tarde fue rodeado y aniquilado en la bolsa de Falaise, en Agosto de 1944.
El General Elfeldt, fue capturado con 29 oficiales de su estado mayor cerca de Moissy el 20 de agosto por el 10º Regimiento de Cazadores Montados, de la 1ª División Blindada Polaca y entregado a los estadounidenses. Estuvo prisionero hasta 1948, fecha en que fué liberado. Falleció en 1982. A su derecha, el teniente coronel James K. Gaynor, del Ejército de los Estados Unidos.
Luego de la conquista de Avranches por las fuerzas acorazadas de Patton, el Estado Mayor de Kluge, comandante en jefe de los ejércitos del Oeste y el Grupo de Ejércitos B recibió un diluvio de órdenes que en resumen decían que no se debía permitir que el enemigo llegara a campo abierto y resistir hasta el fin. Luego otro mensaje del OKW decía que el Führer ordenaba que todas las fuerzas Panzer disponibles fueran retiradas del frente y puestas bajo el mando del General Eberbach, quien debía atacar Avranches de inmediato.
El ataque comenzó la noche del 7 al 8 de agosto. Después de cierto éxito inicial, fue detenido al salir el sol por la intervención de la aviación aliada. La brecha de Avranches se ensanchaba continuamente, y por ella penetraban, división tras división, los tanques del 3º Ejército del general Patton, dirigiéndose hacia las tierras llanas entre el Sena y el Loira. Su principal objetivo era Le Mans, y el secundario rodear las débiles y desparramadas fuerzas alemanas en Bretaña, después de cortar su línea de retirada hacia el Sur, a través del Loira.
Pese a los vanos intentos de hacerle llegar refuerzos, el ala izquierda del 7º Ejército alemán estaba al descubierto. Desde que el 10 de agosto cayó Le Mans, el 1º Ejército de los Estados Unidos atacaba al 7º Ejército desde el Sur, mientras el 3º Ejército de Patton intentaba rodearlo desde el Este.
Pero el cerco estadounidense estaba planeado en escala aún mayor pues las fuerzas principales fueron dirigidas contra Chartres, mientras que poderosas fuerzas secundarias se dirigían hacia el Sena, al sur de París. El objetivo de estas operaciones era cortar las comunicaciones alemanas al oeste de París y rodear al 7º Ejército y al 5º Ejército Panzer, al sur del Bajo Sena.
La lucha entre el 10 y el 20 de agosto, causó grandes pérdidas en hombres y material a los alemanes e hicieron colapsar al 7º Ejército. Durante el curso de esta batalla entró en acción el 1º Ejército canadiense, a la izquierda del 2º Ejército británico.
En poco tiempo, los alemanes quedaron encerrados en una bolsa en la localidad de La Falaise. Fue gracias a su mayor movilidad, que el 5º Ejército Panzer pudo escapar de ese cerco, pero estaba amenazado por un mayor envolvimiento en el sector de Chartres-Dreux.
En la retaguardia alemana reinaba el caos. Anecdóticamente, un corresponsal de guerra aliado que entró solitario a Chartres manejando un jeep, fue hecho prisionero por los alemanes. Contrario a lo que él creía, los tanques estadounidenses no habían llegado aún.
Aunque la artillería enemiga batía las rutas de escape de la bolsa, durante la noche del 21 al 22 de agosto pudo hacer una salida con apoyo de carros. Las tropas del 7º ejército que lograron escapar fueron las primeras en ser transportadas al otro lado del Bajo Sena. Entonces fueron llevadas a zonas de descanso en el norte, donde una vez más, se prepararon para el combate. La batalla a lo largo del Sena, entre París y Rúan, fue casi completamente dejada al 5º Ejército Panzer.
Si bien los Aliados capturaron decenas de miles de alemanes, el número de los que se zafaron de la bolsa fue importante.
Los números de bajas de la Batalla de Falaise Pocket no se conocen con certeza. La mayoría calcula que las pérdidas alemanas ascienden a entre 10.000 y 15.000 muertos, entre 40.000 y 50.000 hechos prisioneros y entre 20.000 y 50.000 escapados al este. Aquellos que lograron escapar generalmente lo hicieron sin la mayor parte de su equipo pesado. Armados y reorganizados, estas tropas se enfrentaron más tarde a los avances aliados en los Países Bajos y Alemania.
Aunque fue una victoria sorprendente para los aliados, se produjo rápidamente un debate sobre si debería haber quedado atrapado un mayor número de alemanes. Los comandantes estadounidenses más tarde culparon a Montgomery por no moverse con mayor velocidad para cerrar la brecha, mientras que Patton insistió en que si se le hubiera permitido continuar su avance, habría podido sellar el bolsillo él mismo. Bradley comentó más tarde que si se le hubiera permitido a Patton continuar, no habría tenido suficientes fuerzas para bloquear un intento de fuga alemán.
Antes de su interrogatorio en Saint Lambert sur Dive, en Francia. El 30 de julio de 1944, Otto Elfeldt, asumió el mando del LXXXIV Cuerpo de Ejército alemán, que más tarde fue rodeado y aniquilado en la bolsa de Falaise, en Agosto de 1944.
El General Elfeldt, fue capturado con 29 oficiales de su estado mayor cerca de Moissy el 20 de agosto por el 10º Regimiento de Cazadores Montados, de la 1ª División Blindada Polaca y entregado a los estadounidenses. Estuvo prisionero hasta 1948, fecha en que fué liberado. Falleció en 1982. A su derecha, el teniente coronel James K. Gaynor, del Ejército de los Estados Unidos.
Luego de la conquista de Avranches por las fuerzas acorazadas de Patton, el Estado Mayor de Kluge, comandante en jefe de los ejércitos del Oeste y el Grupo de Ejércitos B recibió un diluvio de órdenes que en resumen decían que no se debía permitir que el enemigo llegara a campo abierto y resistir hasta el fin. Luego otro mensaje del OKW decía que el Führer ordenaba que todas las fuerzas Panzer disponibles fueran retiradas del frente y puestas bajo el mando del General Eberbach, quien debía atacar Avranches de inmediato.
El ataque comenzó la noche del 7 al 8 de agosto. Después de cierto éxito inicial, fue detenido al salir el sol por la intervención de la aviación aliada. La brecha de Avranches se ensanchaba continuamente, y por ella penetraban, división tras división, los tanques del 3º Ejército del general Patton, dirigiéndose hacia las tierras llanas entre el Sena y el Loira. Su principal objetivo era Le Mans, y el secundario rodear las débiles y desparramadas fuerzas alemanas en Bretaña, después de cortar su línea de retirada hacia el Sur, a través del Loira.
Pese a los vanos intentos de hacerle llegar refuerzos, el ala izquierda del 7º Ejército alemán estaba al descubierto. Desde que el 10 de agosto cayó Le Mans, el 1º Ejército de los Estados Unidos atacaba al 7º Ejército desde el Sur, mientras el 3º Ejército de Patton intentaba rodearlo desde el Este.
Pero el cerco estadounidense estaba planeado en escala aún mayor pues las fuerzas principales fueron dirigidas contra Chartres, mientras que poderosas fuerzas secundarias se dirigían hacia el Sena, al sur de París. El objetivo de estas operaciones era cortar las comunicaciones alemanas al oeste de París y rodear al 7º Ejército y al 5º Ejército Panzer, al sur del Bajo Sena.
La lucha entre el 10 y el 20 de agosto, causó grandes pérdidas en hombres y material a los alemanes e hicieron colapsar al 7º Ejército. Durante el curso de esta batalla entró en acción el 1º Ejército canadiense, a la izquierda del 2º Ejército británico.
En poco tiempo, los alemanes quedaron encerrados en una bolsa en la localidad de La Falaise. Fue gracias a su mayor movilidad, que el 5º Ejército Panzer pudo escapar de ese cerco, pero estaba amenazado por un mayor envolvimiento en el sector de Chartres-Dreux.
En la retaguardia alemana reinaba el caos. Anecdóticamente, un corresponsal de guerra aliado que entró solitario a Chartres manejando un jeep, fue hecho prisionero por los alemanes. Contrario a lo que él creía, los tanques estadounidenses no habían llegado aún.
Aunque la artillería enemiga batía las rutas de escape de la bolsa, durante la noche del 21 al 22 de agosto pudo hacer una salida con apoyo de carros. Las tropas del 7º ejército que lograron escapar fueron las primeras en ser transportadas al otro lado del Bajo Sena. Entonces fueron llevadas a zonas de descanso en el norte, donde una vez más, se prepararon para el combate. La batalla a lo largo del Sena, entre París y Rúan, fue casi completamente dejada al 5º Ejército Panzer.
Si bien los Aliados capturaron decenas de miles de alemanes, el número de los que se zafaron de la bolsa fue importante.
Los números de bajas de la Batalla de Falaise Pocket no se conocen con certeza. La mayoría calcula que las pérdidas alemanas ascienden a entre 10.000 y 15.000 muertos, entre 40.000 y 50.000 hechos prisioneros y entre 20.000 y 50.000 escapados al este. Aquellos que lograron escapar generalmente lo hicieron sin la mayor parte de su equipo pesado. Armados y reorganizados, estas tropas se enfrentaron más tarde a los avances aliados en los Países Bajos y Alemania.
Aunque fue una victoria sorprendente para los aliados, se produjo rápidamente un debate sobre si debería haber quedado atrapado un mayor número de alemanes. Los comandantes estadounidenses más tarde culparon a Montgomery por no moverse con mayor velocidad para cerrar la brecha, mientras que Patton insistió en que si se le hubiera permitido continuar su avance, habría podido sellar el bolsillo él mismo. Bradley comentó más tarde que si se le hubiera permitido a Patton continuar, no habría tenido suficientes fuerzas para bloquear un intento de fuga alemán.
FUENTE:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=350581243740709&set=a.131347705664065
Vientos de Guerra: Segunda Guerra Mundial
https://www.facebook.com/Soldados-de-la-Segunda-Guerra-Mundial-WW2-III-107123565345711/photos/140845828640151
Pedro Pablo Romero Soriano PS
