Un rostro que conoce el significado del sufrimiento. Este fue uno de los Chindits de Orde Wingate en Birmania, regresó de una misión de penetración profunda en 1943 detrás de las líneas japonesas, que fue una de las epopeyas de la guerra en el Pacifico
Durante la Campaña de Birmania de la Segunda Guerra Mundial, operó una fuerza de élite denominada oficialmente como Long Range Penetration Group, más conocida como “Chindits”. Fue creada por el Mayor General Orde Wingate, un exponente del pensamiento militar no convencional, que tiene la mitad de la biblioteca a su favor y la otra en contra.
Los Chindits eran unidades de operaciones especiales del Ejército Británico (también había unidades indias) y se cree que el nombre fue sugerido por el Capitán Aung Thin del Regimiento Colonial Británico Burma Rifles. Chindit es una deformación lingüística de la palabra Chinthé o Chinthay, la bestia mitológica birmana, cuyas estatuas custodiaban los templos budistas.
Los Chindits se formaron para operar contra el Ejército Imperial Japonés, especialmente en operaciones de penetración de largo alcance: atacar tropas japonesas, instalaciones y líneas de comunicación, muy por detrás de las líneas niponas, lo cual dificultaba enormemente la logística y aprovisionamiento de sus efectivos.
Para poder operar en dichos ambientes era fundamental contar con el apoyo de la población nativa, pero no siempre ella estaba dispuesta a colaborar dado que los japoneses eran implacables con quien cooperaba con el enemigo y, por otra parte, los nipones estimularon el nacionalismo y la independencia de los pueblos asiáticos (indios, birmanos y malayos) para volcarlos a la lucha contra el Imperio Británico.
Las operaciones de los Chindits estuvieron marcadas por marchas prolongadas a través de terrenos extremadamente difíciles, ejecutadas por tropas que sufrieron grandes penurias como desnutrición y enfermedades como la malaria y la disentería.
Marcharon cientos de kilómetros, siempre hambrientos, sabiendo que si eran gravemente heridos debían ser eliminados: no había forma de evacuar a los heridos y ningún hombre podía dejarse a la merced del salvajismo del enemigo.
Existe controversia respecto al valor militar de los logros de los Chindits, como también del resultado estratégico del frente birmano en su conjunto. De hecho, luego de operar durante los años 1943 y 1944 en uno de los peores frentes de todo el conflicto, los Chindits fueron replegados a la India colonial para reemplazar bajas y reaprovisionarlos para nuevas operaciones.
Atento las fuertes pérdidas sufridas (muertos, desaparecidos, heridos y enfermos), los mandos británicos evaluaron que los hombres y el equipo necesarios para devolver a los Chindits a su estado operativo hacían inviable la sobrevida de la fuerza especial.
Para 1945, se disolvieron los Chindits y sus efectivos se volcaron a las 14ª y 77ª Brigadas de Infantería y se fusionaron en la 44ª División Aerotransportada (India).
Volviendo a su creador, Wingate era conocido por varias excentricidades. Por ejemplo, además de su tupida barba y bigotes, llevaba cebollas crudas y ajo en una cuerda alrededor de su cuello, que ocasionalmente mordía como bocadillo (la razón por la que solía dar por esto fue para ahuyentar a los mosquitos).
A menudo andaba sin ropa. En Palestina, los reclutas estaban acostumbrados a que saliera de la ducha para darles órdenes, vistiendo nada más que un gorro de ducha y continuando frotándose con un cepillo de baño.
La personalidad excéntrica y obstinada de Wingate, su reputación de ser difícil y la defensa de la guerra irregular han llevado a evaluaciones muy opuestas por parte de los historiadores. Max Hastings escribió que, "Wingate demostró ser un protegido de corta duración: un conocimiento más cercano hizo que Churchill se diera cuenta de que estaba demasiado loco para el alto mando".
El mariscal de campo Montgomery le dijo a Moshe Dayan en 1966 que consideraba que Wingate "estaba mentalmente desequilibrado y que lo mejor que hizo fue morir en un accidente aéreo en 1944" (que agradable sujeto Monty).
Sin embargo, en Etiopía, Wingate es recordado como libertador de la ocupación italiana y también es profusamente admirado en Israel.
Las pérdidas de los Chindits fueron espantosas. Pero elevaron la moral y el prestigio del Ejército británico en Asia al demostrar que podían sobrevivir y luchar en la jungla, al mismo nivel que el enemigo.
Autor: Fortis 2 & Fortis Leader para Fortis Leader - The Pacific & Asia
Los Chindits, fueron junto con los Commandos británicos, con el SAS y el Grupo de Largo Alcance del desierto, precursores de muchas de las fuerzas especiales actuales. Orde Wingate fue un oficial visionario e iconoclasta muy religioso y según sus pares, extravagante. Durante la Segunda Guerra Mundial, causó mucha polémica entre sus pares, Montgomery incluido por ser poco ortodoxo y por no mantener entre sus tropas la disciplina y la marcialidad necesaria en el Ejército británico. Su paso por Palestina como oficial de inteligencia, lo marcó definitivamente, pues se entusiasmó e hizo suyas las técnicas de guerra irregular y golpes de mano utilizados especialmente el Haganá. Ahí se hizo ferviente partidario del sionismo. En Abisinia puso en práctica las técnicas aprendidas en Palestina y con fuerzas mezcla de abisinios y soldados británicos y abisinios, acosó y derrotó a los italianos. En Birmania los Chindits actuaron netamente como una unidad especial detrás de las líneas enemigas, convirtiéndose en una amenaza seria y sorpresiva para los japoneses detrás de sus líneas, atacando sobre todo las vías de abastecimiento y sus comunicaciones. Su éxito se vio opacado por la controversia que levantaban en el alto mando algunos de sus métodos y su prematura muerte lo llevó a la leyenda.
FUENTES:
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Fortis Leader - The Pacific & Asia
Pedro Pablo Romero Soriano PS