“El período que abarqué en mis dos primeros informes bienales [1939/1943] constituía un gran peligro para Estados Unidos. El elemento del cual más dependía la seguridad de la Nación era el tiempo, tiempo para organizar nuestros enormes recursos y para desplegarlos allende los mares en esta guerra que abarcaba a todo el mundo. Se nos dió este tiempo mediante la heroica negativa de los pueblos soviético y británico de dejarse derrumbar bajo los golpes demoledores de las fuerzas del Eje. Ellos compraron este tiempo para nosotros a costa de sangre y coraje. Hace dos años nuestro margen de seguridad era todavía precario, pero se aproximaba rápidamente el momento en que ya podíamos estar preparados para dar entender a nuestros enemigos los únicos términos que ellos entendían: poder aplastante”.
Increíble la capacidad del General del Ejército George C. Marshall, Jefe del Estado Mayor del Ejército de los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, para explicar en 129 palabras el cómo, cuándo y por qué, de la intervención de su país en el conflicto. Todo absolutamente resumido en una cita.
Formalmente, el ingreso de los Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, ocurrió el 8 de diciembre de 1941, cuando el país norteamericano le declaró la guerra al Imperio del Japón un día después del ataque a Pearl Harbor, Oahu, Hawaii.
Sin embargo, en los Estados Unidos de Norteamérica habían dejado de ser neutrales hacía tiempo...
Cuando Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, el presidente Franklin D. Roosevelt declaró inmediatamente la neutralidad de los Estados Unidos. El 3 de septiembre comenzaba la Batalla del Atlántico y tan sólo uno o dos días después Roosevelt alistaba a la llamada “Patrulla de Neutralidad de la Armada de los EE.UU. para el Océano Atlántico”, bajo el comando del contraalmirante AW Johnson.
Las Patrullas de Neutralidad eran solo un componente de la intención general de Roosevelt de apoyar a Gran Bretaña tanto como fuera posible mientras todavía mantenía (o al menos declaraba) la neutralidad global de Estados Unidos. Los otros componentes de este esfuerzo incluyeron el Acuerdo de Destructores por Bases (septiembre de 1940), una forma temprana de Préstamo y Arriendo, y un sólido comercio con Gran Bretaña. Desde muy temprano también, los buques y aeronaves de la US Navy informaban la posición de los mercantes del Eje al Reino Unido para que las unidades de la Royal Navy los intercepten.
El comercio con Gran Bretaña significó que una incontable cantidad de barcos cruzaran el Atlántico mientras los submarinos alemanes rondaban activamente el océano, correspondiéndole a la Patrulla de la Neutralidad salvaguardar los intereses comerciales estadounidenses en alta mar y, por lo tanto, en la primavera de 1941 (ya con el Lend Lease firmado por el presidente y ya con una posición completamente evidente), se estaba desarrollando una práctica que comenzaba a parecerse mucho a las escoltas de convoyes armados.
Para acompañar eso, en 1941 la “Zona de Neutralidad Atlántica” se extendió hacia el este para incluir el 75% del océano. Además, las naves de la Task Force 2 (USS Wasp, Quincy, Livermore y Kearny) recibieron órdenes secretas de que, si se avistaba al Bismarck, debían atacarlo y hundirlo.
Para el otoño de 1941, las escoltas estadounidenses de Terranova a Islandia se implementaron por completo y los barcos de la US Navy lanzaban cargas de profundidad de forma bastante rutinaria, pero generalmente con resultados desconocidos. El 4 de septiembre de 1941, el USS Greer y el U-652 se enfrentaron sin causar ningún daño al otro en lo que se convertiría en un encuentro altamente politizado. Una semana después, con base en el incidente de Greer, el presidente Roosevelt emitió una declaración de que los barcos del Eje que entraban en la zona de neutralidad lo hacían bajo su propio riesgo y ordenó a la Armada de los Estados Unidos que atacara cualquier buque que amenazara a los barcos bajo escolta estadounidense.
En lo que respecta al escenario de nuestro espacio, el 26 de julio de 1941 Roosevelt se apodera de todos los activos japoneses en los Estados Unidos en represalia por la ocupación japonesa de la Indochina francesa y el 1 de agosto bloquea las exportaciones de petróleo al Imperio del Japón, recurso esencial para el sostén de las operaciones de combate.
Tarde o temprano, los Estados Unidos entrarían en la guerra contra el Eje. Roosevelt y su cerebro militar, el general Marshall, supieron aprovechar muy bien estos dos años de “neutralidad”.
El gigante no estaba dormido… Ya estaba despierto, solo necesitaba una buena excusa para levantarse de la cama.
Increíble la capacidad del General del Ejército George C. Marshall, Jefe del Estado Mayor del Ejército de los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, para explicar en 129 palabras el cómo, cuándo y por qué, de la intervención de su país en el conflicto. Todo absolutamente resumido en una cita.
Formalmente, el ingreso de los Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, ocurrió el 8 de diciembre de 1941, cuando el país norteamericano le declaró la guerra al Imperio del Japón un día después del ataque a Pearl Harbor, Oahu, Hawaii.
Sin embargo, en los Estados Unidos de Norteamérica habían dejado de ser neutrales hacía tiempo...
Cuando Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, el presidente Franklin D. Roosevelt declaró inmediatamente la neutralidad de los Estados Unidos. El 3 de septiembre comenzaba la Batalla del Atlántico y tan sólo uno o dos días después Roosevelt alistaba a la llamada “Patrulla de Neutralidad de la Armada de los EE.UU. para el Océano Atlántico”, bajo el comando del contraalmirante AW Johnson.
Las Patrullas de Neutralidad eran solo un componente de la intención general de Roosevelt de apoyar a Gran Bretaña tanto como fuera posible mientras todavía mantenía (o al menos declaraba) la neutralidad global de Estados Unidos. Los otros componentes de este esfuerzo incluyeron el Acuerdo de Destructores por Bases (septiembre de 1940), una forma temprana de Préstamo y Arriendo, y un sólido comercio con Gran Bretaña. Desde muy temprano también, los buques y aeronaves de la US Navy informaban la posición de los mercantes del Eje al Reino Unido para que las unidades de la Royal Navy los intercepten.
El comercio con Gran Bretaña significó que una incontable cantidad de barcos cruzaran el Atlántico mientras los submarinos alemanes rondaban activamente el océano, correspondiéndole a la Patrulla de la Neutralidad salvaguardar los intereses comerciales estadounidenses en alta mar y, por lo tanto, en la primavera de 1941 (ya con el Lend Lease firmado por el presidente y ya con una posición completamente evidente), se estaba desarrollando una práctica que comenzaba a parecerse mucho a las escoltas de convoyes armados.
Para acompañar eso, en 1941 la “Zona de Neutralidad Atlántica” se extendió hacia el este para incluir el 75% del océano. Además, las naves de la Task Force 2 (USS Wasp, Quincy, Livermore y Kearny) recibieron órdenes secretas de que, si se avistaba al Bismarck, debían atacarlo y hundirlo.
Para el otoño de 1941, las escoltas estadounidenses de Terranova a Islandia se implementaron por completo y los barcos de la US Navy lanzaban cargas de profundidad de forma bastante rutinaria, pero generalmente con resultados desconocidos. El 4 de septiembre de 1941, el USS Greer y el U-652 se enfrentaron sin causar ningún daño al otro en lo que se convertiría en un encuentro altamente politizado. Una semana después, con base en el incidente de Greer, el presidente Roosevelt emitió una declaración de que los barcos del Eje que entraban en la zona de neutralidad lo hacían bajo su propio riesgo y ordenó a la Armada de los Estados Unidos que atacara cualquier buque que amenazara a los barcos bajo escolta estadounidense.
En lo que respecta al escenario de nuestro espacio, el 26 de julio de 1941 Roosevelt se apodera de todos los activos japoneses en los Estados Unidos en represalia por la ocupación japonesa de la Indochina francesa y el 1 de agosto bloquea las exportaciones de petróleo al Imperio del Japón, recurso esencial para el sostén de las operaciones de combate.
Tarde o temprano, los Estados Unidos entrarían en la guerra contra el Eje. Roosevelt y su cerebro militar, el general Marshall, supieron aprovechar muy bien estos dos años de “neutralidad”.
El gigante no estaba dormido… Ya estaba despierto, solo necesitaba una buena excusa para levantarse de la cama.
Autor: Fortis Leader para Fortis leader - The Pacific & Asia
FUENTE:
https://www.facebook.com/fortisleaderpacific/photos/pb.100068822701632.-2207520000../124831463131548/?type=3