El "Mensur"

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Johannes “Johann”/“Hans” Lardschneider, nació el 15 de diciembre de 1898. N° SS 314.162. N° NSDAP 1.620.426. El 20 de abril de 1944 se le otorgó el grado de SS-Obersturmbannführer der Reserve de las Waffen-SS. Fue integrante de la 7. SS-Freiwilligen-Gebirgs-Division "Prinz Eugen". El Dr. Johann Lardschneider Obersturmbannführer y médico de división, posiblemente tomada entre 1939-1940 cuando se usaron por corto tiempo los símbolos rúnicos en ambos lados del cuello, de la División SS Prinz Eugen

La marca del honor de los caras cortadas

Hubo un tiempo en que llevar cicatrices en el rostro era un gesto de hombría. En contra de lo que pueda parecer no fue en África, sino en Europa occidental, Alemania concretamente.
La gran cantidad de cicatrices faciales (Schmiss) fueron recibidas en uno o más duelos. (Mensur) y curiosamente no lleva ninguna insignia de herido de guerra pero sobre el botón lleva la cinta de la medalla de segunda clase de la Cruz de Hierro del 1939.
La marca del honor de, los Nacionalsocialistas caras cortadas.
Una de las tradiciones alemanas más extrañas, cuyas huellas aún se pueden encontrar en los rostros de los alemanes mayores hoy en día, es el maltrato.
Tales peleas generalmente se llevaban a cabo entre representantes de varias fraternidades estudiantiles, sin embargo, difieren de los duelos reales en que sus razones no eran en absoluto enemistad o disputa, sino a menudo pretextos muy descabellados. Su objetivo principal era el deseo de afirmarse y, curiosamente, de dejar cicatrices en su rostro.
En realidad ese tipo de cicatrices no son exclusivas de los Alemanes, si bien la popularidad de algunos de sus miembros, como Otto Skorzeny o Ernst Röhm, las hacen más presentes en los libros de Historia.
Dichas cicatrices o marcas se conocen como Schmiss y en realidad eran consideradas cicatrices de honor.
Los Schmiss se dejaban sin curar y sin coser con el único motivo de que cicatrizaran lo más grandes posibles, lo que elevaba el honor y valentía del que las lucía.
Todo proviene de unos duelos típicos de algunas sociedades o asociaciones estudiantiles y universitarias germanas.
Dentro de las mismas se seguían algunas tradiciones y rituales, entre las que estaban los mensur.
Esta palabra, que podríamos traducir por medida, era como se denominaba a un tipo de combate de esgrima, con ciertas normas muy estrictas, que servía para medir el valor y el honor de los combatientes.
Uno frente al otro, sin el movimiento habitual de los duelos y la esgrima, como estatuas en las que sólo se mueve el brazo armado en torno a la cabeza del contrario y un mandato: no apartarse nunca.
Aunque el origen de este tipo de duelos data de unos siglos antes, tuvieron cierto auge a finales del XIX y en la primera parte del XX.
El objetivo principal del duelo era no apartarse, ya que así se mostraba la falta miedo y el valor más allá el dolor.
Por lo tanto, acoger las heridas sin inmutarse era toda una prueba de esa resistencia y fortaleza.
Una cicatriz en la cara viene a decir que no se apartó la misma a pesar de verla en peligro.
No era una lucha a muerte y los daños no solían ser serios, ya que se protegían las partes que podrían conllevar heridas peligrosas.
Pero bastaba con apartar la cara un poco con el objeto de evitar el acero del contrario para perder el combate y por lo tanto manchar el honor.
Una vez heridos se ponía poco cuidado en la cura, para que la cicatriz fuera grande y bien visible.Las cicatrices faciales se consideraban muy honorables entre los estudiantes y agregaba autoridad a sus dueños.
Tales peleas sirvieron como prueba de fortaleza, coraje y resistencia. Por lo tanto, las heridas recibidas a menudo eran incluso más importantes que la victoria.
Según una tradición tácita, en el siglo XIX, cada estudiante durante sus estudios tuvo que participar en ese duelo al menos una vez. Durante mucho tiempo, hasta mediados del siglo XX, las cicatrices características de los schlegers sirvieron como sello distintivo de las personas que estudiaron en universidades alemanas.
Tales marcas "adornaban" las caras de muchos oficiales alemanes del Tercer Reich y se obtuvieron, en su mayor parte, en absoluto en la guerra.
Otto Skorzeny libró trece duelos y en el décimo de ellos fue cuando recibió el corte en la cara que llevó con orgullo hasta su muerte. Según parece, los estadounidenses lo apodaron Caracortada precisamente por su schmiss.

Otto Skorzeny

También Ernst Röhm, cofundador de las SA y asesinado en la Noche de los cuchillos largos, lucía algunas heridas en su cara, al igual que Ernst Kaltenbrunner, destacado miembro de las SS y jefe de la Gestapo.

Ernst Röhm

Ernst Kaltenbrunner

Rehabilitada a principios de los cincuenta, el Mensur es un ritual que aún se sigue practicando en diversas y oscuras fraternidades universitarias alemanas, suizas y austriacas.
Entretanto los Schmiss han perdido su respetabilidad social por su asociación con el nacionalismo y la extrema derecha, de modo que algunas fraternidades practican la Mensur clandestinamente sobre el pecho a fin de obtener cicatrices más discretas.
El ritual demuestra la importancia del dolor, la violencia y del autocontrol que trataba de imbuirse en la sociedad Guillermina; hubo épocas, como en la República de Weimar, por ejemplo, en la que fue considerada ilegal. Pero ni con esas lograron que dejara de practicarse.


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=457441496407031&set=a.418790153605499

Historia de la Segunda Guerra Mundial

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