La Batalla de Kiev

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La Wehrmacht cierra el cerco sobre Kiev, 16 de septiembre de 1941

Soldados soviéticos se rinden ante el avance alemán

Con el avance alemán sobre Kiev, el desastre inminente se hizo cada vez más tangible. A última hora del 13 de septiembre de 1941, la 3ª División Panzer del General Walter Model, adscrito al 2° Grupo Panzer de Heinz Guderian se acercaba a Lojvitsa desde el norte, dejando una brecha de solo 40 km entre sus fuerzas y los tanques de la 16ª División Panzer de Hube acercándose a Lubny. Aunque todo el frente de Kirponós (los 5°, 37°, 26° y 38° ejércitos y parte del 21° Ejército) estaba rodeado casi por completo en una bolsa de 200 km de profundidad anclado en Kiev y el oeste de Lojvitsa y Lubny, todavía tenían la oportunidad de escapar hacia el este a través de la brecha. Sin embargo, el Stavka les prohibió categóricamente hacerlo; mientras el mismo 13 de septiembre, se nombraba a Semión Timoshenko para reemplazar al irresoluto Budionny como comandante del Alto Mando de la Dirección Suroeste. Incluso entonces, Stalin y el Stavka sobreestimaron la capacidad del Frente de Briansk para anticiparse al desastre.
El primer acto de Timoshenko fue asegurar al Stavka que su comando podría mantener Kiev. A pesar de la promesa de Timoshenko, al final del 13 de septiembre, la 3ª División Panzer de Model y la 16ª División Panzer de Hube capturaron Lubna y Lojvitsa, y la 9ª División Panzer capturaba Mirgorod al sureste comenzando a establecer posiciones de bloqueo en el extremo este de la brecha de 40 km entre las fuerzas de Guderian y Kleist. Esa noche, el teniente general V.I. Tupikov, jefe de Estado Mayor del Frente Sudoeste comunicaba por radio a Shaposhnikov: “La catástrofe que está claro que ocurrirá en cuestión de pocos días”.
Stalin respondió a Shaposhnikov: “El teniente general Tupikov ha presentado un informe de pánico al Estado Mayor. Por el contrario, la situación requiere el mantenimiento de una extrema frialdad y firmeza por parte de los comandantes en todos los niveles. Evitando el pánico, es necesario tomar todas las medidas para mantener las posiciones ocupadas y especialmente para aferrarse a los flancos. Debe obligar a Kuznetsov y Potapov a cesar su retiro. Debe inculcar a todo el frente la necesidad de luchar obstinadamente, y, sin mirar atrás, es necesario cumplir las órdenes que se le dio el 11 de septiembre”.
El V Fliegerkorps contribuyó a aislar la bolsa, manteniendo los cielos libres de aviones de la Fuerza Aérea Roja y evitando el escape de las tropas del Ejército Rojo en tierra. Hube y sus Panzer desandaron los últimos 35 km a Lojvitsa, haciendo contacto con las tropas de la 3ª División Panzer de Watlher Model, sellando oficialmente el “Kessel” a las 18.20 horas del 14 de septiembre, de acuerdo al autor Robert Kirchubel. Mientras el autor David Glantz, cita en su obra, que el 16 de septiembre, el cordón alemán alrededor del Frente Sudoeste soviético se cerró cuando las fuerzas de Guderian y Kleist se unieron cerca de Lojvitsa, a 201 km al este de Kiev, atrapando todo el Frente Sudoeste entre el 2° y 6° Ejércitos en el oeste y las fuerzas del 1° y 2° Grupo Panzer en el este.
El mariscal Budionny, al mando de la Dirección Suroeste, ya había solicitado permiso para retirarse y no caer en el cerco. Iósif Stalin había negado esa solicitud. El general Timoshenko autoriza el mismo 16 la retirada de Budionny. Sin embargo, la orden debe ser ratificada por Stalin, y no lo hace hasta dentro de 48 horas más. A pesar de la reducción del apoyo aéreo de la Luftwaffe, el destino del frente del general Mijaíl Kirponós estaba sellado. Cuando las puntas de lanza se cerraron, Timoshenko y su comisario Jruschov finalmente dieron permiso a Kirponós para retirar sus fuerzas de la región de Kiev a nuevas defensas a lo largo de la línea del río Psel, pero lo hizo oralmente a través de su jefe de estado mayor, Iván Bagramián.
Recordando la estricta prohibición de hacerlo, Kirponós se negó a dar las órdenes hasta que llegara por escrito la confirmación. Dado que las comunicaciones se habían interrumpido entre el comando de Timoshenko y Kirponós, no fue hasta las 11.40 p.m. del 17 de septiembre que Shaposhnikov respondió que el mando supremo había autorizado el abandono de Kiev, pero aún no había dicho nada acerca de irrumpir a través del río Psel. Por lo tanto, se desperdiciaron dos días en los que fuerzas soviéticas sustanciales podrían haberse puesto a salvo, pero ya no. Lo que siguió fueron intentos desesperados de romper el cerco; del todo incoherentes ya que las comunicaciones entre los distintos cuarteles generales del Ejército Rojo eran inexistentes…



En la imagen; Soldado voluntario de las SS llora junto a las tumbas recientes de sus camaradas caídos en algún lugar del Frente Oriental. Durante la batalla de Kiev. La inscripción del nombre de la lápida izquierda es Karl Herbrechter, muy probablemente de la Leibstandarte SS, un Zugführer SS-Untersturmführer Karl Herbrechter nacido en 1918, se sabe que sirvió en la 14.ª Compañía del 3.er Batallón de la Leibstandarte SS en 1941

La Batalla de Kiev fue un enorme cerco de tropas en la capital ucraniana durante la Segunda Guerra Mundial, hoy por hoy es mencionado como la mayor batalla de embolsamiento de la Historia.
Comenzó a mediados de agosto y finalizó el 26 de septiembre de 1941, como parte de la Operación Barbarroja.
En la historia militar soviética es conocida como Operación Defensa de Kiev, 7 de julio-26 de septiembre de 1941.
El por entonces general Gueorgui Zhúkov advirtió a Iósif Stalin que el Ejército Rojo debía abandonar la ciudad para evitar ser rodeado, pero Stalin, que acababa de decir a Winston Churchill que la Unión Soviética nunca dejaría Moscú, Leningrado o Kiev, destituyó del cargo de jefe del estado mayor.
Las fuerzas móviles de Gerd von Rundstedt que venían de triunfar en Uman, avanzaron hacia el sur de Kiev.
El 1º Grupo Panzer se dirigió al norte desde el frente central tomando al mando soviético por sorpresa; entonces Stalin cambió de opinión en cuanto a abandonar Kiev, pero ya era tarde.
El 17 de septiembre de 1941 se cerraba el cerco a la ciudad y el 19 las tropas alemanes comenzaban a entrar en ella.
Los intentos para romper el asedio fueron vanos. Los alemanes afirmaron haber capturado 665.000 prisioneros y enormes cantidades de armamento.
Adolf Hitler la llamó "la batalla más grande de la historia universal". El jefe del Estado Mayor Franz Halder, lo llamó el error estratégico más grande de la campaña del este.
Como Heinz Guderian, pensaba que todas las estrategias deberían haberse concentrado en Moscú.
Tras la finalización del cerco, los soldados soviéticos lucharon hasta la última gota de sangre, haciendo una feroz resistencia a las tropas alemanas que sufrieron también cuantiosas bajas, por primera vez desde el inicio de las acciones ofensivas el soldado alemán encontró a un oponente resuelto y valeroso.
Prácticamente la totalidad del Frente Suroeste del Ejército Rojo fue rodeado por los alemanes, que cifran en 665.000 las tropas capturadas.
Sin embargo, la velocidad del ataque encontró a la Luftwaffe lejos de sus bases, lo que permitió a muchos soviéticos escapar del cerco, días después de cerrarse la tenaza alemana. Entre ellos huyeron el Mariscal Semyon Budyonny, Mariscal Semión Timoshenko y el Comisario Político Nikita Jrushchov.
El desastre de Kiev, sin embargo, resultó un batacazo para el Ejército Rojo, superior incluso a la tragedia de Minsk en junio-junio del mismo año.
Por el contrario, el resultado de una victoria militar tan importante pesó negativamente en la capacidad del Alto Mando alemán y del Führer para tener una visión clara sobre el desarrollo de las operaciones.
De hecho, el canciller alemán estaba convencido de que, tras las pérdidas sufridas en Kiev, todo el sector sur del frente soviético se había derrumbado definitivamente y no tenía más reservas: en consecuencia, decidió, a pesar de la perplejidad del mariscal de campo von Rundstedt, dispersar aún más sus fuerzas dirigiendo el Panzergruppe del general von Kleist a través del Donetsk y del Don, ordenándolos avanzar simultánea e inmediatamente hacia Járkov, Rostov y el Cáucaso.
Además, los panzer del general Guderian, aunque muy desgastados por la angustiosa marcha hacia el sur, tuvieron que ascender rápidamente hacia el norte para participar, ahora reducidos al 50 % de sus fuerzas, en la gran ofensiva final contra Moscú.


Las pérdidas soviéticas en la Batalla de Kiev fueron extremadamente elevadas: cuatro ejércitos fueron aniquilados, mientras que los alemanes afirmaron que las pérdidas del enemigo superaron el millón de hombres y reclamaron la captura de 665.000 soldados, 3.718 cañones y todo tipo de material de guerra; 884 tanques fueron destruidos.
Las fuentes soviéticas más recientes, en cambio, dan cifras más bajas, pero aún muy elevadas, que las alemanas y calculan las pérdidas soviéticas totales en 700.544 soldados (de los cuales 616.000 fueron muertos y desaparecidos/prisioneros), 28.419 cañones y 411 tanques.

Reparación de la cadena de un Panzer III Ausf G. (Nr. 834) de la 13ª División Panzer, cerca de Zhytomyr, Ucrania. agosto de 1941

La 13.ª División Panzer en el Grupo de Ejércitos Sur: de Zhytomyr a Rostov (agosto–diciembre de 1941) Actuación de la 13.ª División Panzer en el sector de Zhytomyr en agosto de 1941, en el marco de la batalla de Kiev y las operaciones posteriores. La invasión alemana de la Unión Soviética en junio de 1941, bajo el nombre en clave Operación Barbarroja, se caracterizó por el empleo de grandes unidades móviles en operaciones de cerco. Dentro del Grupo de Ejércitos Sur, al mando de Gerd von Rundstedt, la 13.ª División Panzer desempeñó un papel significativo en el avance hacia Zhytomyr y en la configuración del llamado «corredor de Zhytomir», elemento clave para el cierre de la gran bolsa de Kiev en septiembre de 1941. Sin embargo, tras una serie de éxitos operativos, la división experimentó un retroceso obligado en Rostov del Don a finales de ese mismo año, evidenciando los límites de la ofensiva alemana. Tras el inicio de la Operación Barbarroja, la 13.ª División Panzer fue asignada al 1.º Grupo Panzer de Ewald von Kleist. En agosto de 1941, en las inmediaciones de Zhytomyr, participó en los avances que consolidaron lo que algunos historiadores han denominado el «corredor de Zhytomyr» —un eje estratégico que permitió a las fuerzas blindadas alemanas profundizar en la retaguardia soviética y facilitar el cerco de amplias formaciones del Ejército Rojo en Kiev. La división intervino en la destrucción de varias unidades mecanizadas soviéticas que intentaban mantener abiertas las líneas de comunicación hacia la capital ucraniana. El resultado fue uno de los mayores cercos de la guerra: más de 600.000 soldados soviéticos quedaron prisioneros en septiembre de 1941. La historiografía alemana de posguerra, representada por autores como Paul Carell, presentó estas operaciones como un ejemplo de la superioridad táctica de la Blitzkrieg; sin embargo, estudios recientes en español (Beevor, López Zapico, Forczyk) subrayan que el sacrificio soviético retrasó el calendario alemán, a costa de enormes pérdidas humanas. En agosto de 1941, la 13.ª División Panzer participó activamente en la ofensiva destinada a aislar a las fuerzas del Frente Sudoeste soviético, bajo el mariscal Semión Budiónni. Tras rápidas marchas y combates en torno a Berdychiv y Zhytomyr, la división consiguió abrir y mantener un estrecho corredor hacia el este. Este «corredor de Zhytomir» permitió que el 1.º Grupo Panzer de Kleist enlazara con las fuerzas del 2.º Grupo Panzer de Heinz Guderian, procedentes del norte, cerrando finalmente la gigantesca bolsa de Kiev en septiembre de 1941. Tras Kiev, la división fue empleada en la explotación hacia el este, cruzando el Dniéper y dirigiéndose hacia el Donets y, finalmente, Rostov. En estas operaciones, entre octubre y noviembre de 1941, la 13.ª Panzer sufrió un desgaste considerable: la combinación de la extensión de las líneas de abastecimiento, el agotamiento del personal y el inicio del invierno redujeron drásticamente su efectividad operativa. El 21 de noviembre, el 1.º Grupo Panzer ocupó Rostov, pero el Ejército Rojo lanzó una contraofensiva inmediata bajo el mando de Semyón Timoshenko. La 13.ª División Panzer, junto a otras unidades de Kleist, fue obligada a retroceder más de 50 km hacia el Mius, en lo que constituyó la primera retirada importante de fuerzas acorazadas alemanas en el Frente Oriental. La actuación de la 13.ª División Panzer entre Zhytomyr y Rostov refleja tanto la eficacia inicial de las fuerzas blindadas alemanas como los límites estructurales de la estrategia hitleriana. En el verano de 1941, el avance rápido y la capacidad de cerco parecían confirmar la validez de la Blitzkrieg; sin embargo, para finales de año, el desgaste logístico, la resistencia soviética y el mal tiempo habían impuesto un freno irreversible. La experiencia de la división ilustra cómo las victorias tácticas no siempre se traducían en logros estratégicos duraderos. Zhytomyr abrió el camino para el triunfo de Kiev, pero Rostov demostró que el Ejército Rojo aún conservaba la capacidad de contraatacar y recuperar terreno. El papel de la 13.ª División Panzer en Ucrania y el sur de Rusia durante 1941 constituye un caso de estudio significativo sobre la interacción entre movilidad operativa y vulnerabilidad estratégica. Desde el éxito en el «corredor de Zhytomyr» hasta la retirada de Rostov, la división encarna el tránsito de la ofensiva fulgurante a la guerra de desgaste que terminaría consumiendo la potencia militar alemana en el Frente Oriental.


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo?fbid=455213179963196&set=a.418790153605499

Historia de la Segunda Guerra Mundial

KIEV 1941-David Stahel. 2017
https://www.facebook.com/photo/?fbid=460709452746902&set=pb.100064235526662.-2207520000..

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Fuentes:
“Operation Barbarossa – Hitler´s Invassion of Russia 1941” de David M. Glantz (2011)
“Operation Barbarossa 1941 – Army Group South” de Robert Kirchubel (2003)
“Russia at War- 1941-1945” de Alexander Werth (1964) 
 Beevor, Antony. Stalingrado. Barcelona: Crítica, 2000.
-Carell, Paul. Hitler avanza hacia el Este: 1941–1943. Barcelona: Plaza & Janés, 1964. -Forczyk, Robert. Kiev 1941: Hitler’s Battle for Supremacy in the East. Oxford: Osprey, 2012 (ed. en español: Madrid: Platea, 2015). -López Zapico, Guillermo. La Operación Barbarroja. Madrid: Sílex, 2019. -Müller, Rolf-Dieter. La Wehrmacht: Historia de un mito. Barcelona: Crítica, 2016




























Pedro Pablo Romero Soriano PS

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