La rendición formal del Gobierno Imperial Japonés, el Cuartel General Imperial Japonés y todas las fuerzas armadas japonesas y controladas por Japón dondequiera que se encuentren, se firmó a bordo del acorazado USS “Missouri” (BB-63) a las 09:08 del 2 de septiembre de 1945. Enmarcando la ceremonia, para presentar un recordatorio de un suceso histórico anterior, en la que las fuerzas japonesas habían sido derrotadas por el poder marítimo estadounidense estaba la bandera estadounidense que había ondeado sobre el buque insignia del comodoro Matthew Calbraith Perry, el USS “Mississippi” cuando se dirigía a la Bahía de Yedo (Bahía de Tokio, como se la conoció a partir de 1868) en 1853. Un dato colateral interesante de esta bandera de 31 estrellas fue la circunstancia de estar enmarcada al revés, debido a que el anverso había sufrido tal descomposición por moho que había sido necesario en algún momento en la historia de la bandera para respaldar ese lado con pulpa de algodón.
Actuando en nombre del Emperador Hirohito y del Gobierno Japonés, el Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu firmó primero por Japón. El siguiente en estampar su firma en el documento de rendición fue el General Yosshijiro Umezu, Jefe de Estado Mayor del Cuartel General del Ejército Japonés, quien firmó por el Cuartel General Imperial. Ambos emisarios japoneses, así como los diversos representantes aliados, firmaron dos documentos: uno para los aliados y un duplicado para Japón.
Como Comandante Supremo de las Potencias Aliadas, el General del Ejército MacArthur, al que asistieron el Teniente General Jonathan M. Wainwright, defensor de Bataan y Corregidor, y el Teniente General Arthur E. Percival, comandante británico en Singapur en el momento de la conquista japonesa de esa base, firmaban a continuación. Ambos generales, recién liberados de un campo de prisioneros cerca de Mukden, Manchuria, habían sido invitados especialmente por el general MacArthur para presenciar la rendición de Japón.
Al concluir la ceremonia, los japoneses recibieron copias de la Orden General N° Uno, preparada previamente por el Estado Mayor Conjunto y aprobada por el Presidente de los Estados Unidos, que contenía instrucciones para el desarme de Japón. La Orden General, que fue dada a conocer a través del Gobierno japonés, pedía a todos los comandantes en Japón y en el extranjero que depusieran las armas, cesaran las hostilidades de inmediato y permanecieran en sus ubicaciones actuales, y requería que todos los japoneses, excepto las fuerzas de la policía en las islas principales del Japón sean desarmadas. Dispuso además que las Potencias Aliadas deberían recibir listas de todas las unidades terrestres, aéreas y antiaéreas, aeronaves, buques de guerra y mercantes en servicio o fuera de servicio o en construcción; se debían proporcionar mapas de los campos minados y todos los demás obstáculos al movimiento por tierra, mar o aire; ubicaciones y descripciones de todas las instalaciones y establecimientos militares; y la ubicación de todos los campamentos y otros lugares de detención de prisioneros de guerra y civiles internados. Otras secciones de la Orden General enfatizaron que todas las instalaciones militares y navales debían mantenerse intactas, así como todos los establecimientos industriales dedicados a la producción de armamento.

Para implementar el instrumento formal de rendición, la Orden General No. 1 especificó que cada comandante japonés se pusiera en contacto de inmediato con el comandante aliado indicado, o su representante designado, para cada una de las seis regiones de rendición en las que se dividió el área de influencia japonesa. Simultáneamente con la rendición formal del Imperio de Japón el 2 de septiembre, se abolió el título de Comandante de las Fuerzas Navales Aliadas del Área del Pacífico Sudoccidental, y todas las fuerzas navales en virtud del mismo, excepto los buques estadounidenses, pasaron al control británico.
El 17 de septiembre, el Cuartel General Supremo Aliado se trasladó a Tokio desde Yokohama. El Comandante Supremo, sus ayudantes y otros funcionarios de alto rango se instalaron en la Embajada de los Estados Unidos, mientras que los funcionarios del cuartel general se ubicaron en el lujoso Hotel Dai-Ichi de siete pisos y el edificio Mutual Insurance frente a una sección del foso alrededor de la Casa del Emperador. Seiscientos oficiales y 1.400 soldados se trasladaron a Tokio con el Cuartel General. El escalón de retaguardia del cuartel general permaneció en Manila. El 8° Ejército se hizo cargo de los edificios de Yokohama anteriormente ocupados por el Cuartel General supremo japonés.
En un movimiento del primer ministro Higashi-Kuni para purgar de su gabinete a todos los miembros que pudieran no ser aceptables para el Comandante Supremo, al Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu, quien había firmado el documento de rendición para el Gobierno Imperial Japonés a bordo del USS “Missouri” (BB-63) se le pidió, el 18 de septiembre, que dimitiera. Fue reemplazado el mismo día por Shigeru Yoshida, un diplomático de carrera muy conocido por su posición constante contra la política de agresión japonesa. Se informó que Yoshida se opuso a la guerra desde el principio y que fue encarcelado durante un mes a principios de 1945 debido a sus persistentes esfuerzos por lograr la paz a través de canales diplomáticos. El primer ministro Higashi-Kuni afirmó que hizo el nombramiento porque “su historial está libre de cualquier sospecha de apoyo activo a la guerra”.
La misma semana, Taketora Ogata fue destituido como Presidente de la Junta de Información y Ministro sin Cartera, luego de que el Comandante Supremo ordenara su arresto como uno de los líderes de la notoria Sociedad del Dragón Negro. Su lugar fue ocupado por Tatsuo Kawai. Sin embargo, Ogata retuvo su puesto como secretario jefe del gabinete.
Actuando en nombre del Emperador Hirohito y del Gobierno Japonés, el Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu firmó primero por Japón. El siguiente en estampar su firma en el documento de rendición fue el General Yosshijiro Umezu, Jefe de Estado Mayor del Cuartel General del Ejército Japonés, quien firmó por el Cuartel General Imperial. Ambos emisarios japoneses, así como los diversos representantes aliados, firmaron dos documentos: uno para los aliados y un duplicado para Japón.
Como Comandante Supremo de las Potencias Aliadas, el General del Ejército MacArthur, al que asistieron el Teniente General Jonathan M. Wainwright, defensor de Bataan y Corregidor, y el Teniente General Arthur E. Percival, comandante británico en Singapur en el momento de la conquista japonesa de esa base, firmaban a continuación. Ambos generales, recién liberados de un campo de prisioneros cerca de Mukden, Manchuria, habían sido invitados especialmente por el general MacArthur para presenciar la rendición de Japón.
Al concluir la ceremonia, los japoneses recibieron copias de la Orden General N° Uno, preparada previamente por el Estado Mayor Conjunto y aprobada por el Presidente de los Estados Unidos, que contenía instrucciones para el desarme de Japón. La Orden General, que fue dada a conocer a través del Gobierno japonés, pedía a todos los comandantes en Japón y en el extranjero que depusieran las armas, cesaran las hostilidades de inmediato y permanecieran en sus ubicaciones actuales, y requería que todos los japoneses, excepto las fuerzas de la policía en las islas principales del Japón sean desarmadas. Dispuso además que las Potencias Aliadas deberían recibir listas de todas las unidades terrestres, aéreas y antiaéreas, aeronaves, buques de guerra y mercantes en servicio o fuera de servicio o en construcción; se debían proporcionar mapas de los campos minados y todos los demás obstáculos al movimiento por tierra, mar o aire; ubicaciones y descripciones de todas las instalaciones y establecimientos militares; y la ubicación de todos los campamentos y otros lugares de detención de prisioneros de guerra y civiles internados. Otras secciones de la Orden General enfatizaron que todas las instalaciones militares y navales debían mantenerse intactas, así como todos los establecimientos industriales dedicados a la producción de armamento.

Para implementar el instrumento formal de rendición, la Orden General No. 1 especificó que cada comandante japonés se pusiera en contacto de inmediato con el comandante aliado indicado, o su representante designado, para cada una de las seis regiones de rendición en las que se dividió el área de influencia japonesa. Simultáneamente con la rendición formal del Imperio de Japón el 2 de septiembre, se abolió el título de Comandante de las Fuerzas Navales Aliadas del Área del Pacífico Sudoccidental, y todas las fuerzas navales en virtud del mismo, excepto los buques estadounidenses, pasaron al control británico.
El 17 de septiembre, el Cuartel General Supremo Aliado se trasladó a Tokio desde Yokohama. El Comandante Supremo, sus ayudantes y otros funcionarios de alto rango se instalaron en la Embajada de los Estados Unidos, mientras que los funcionarios del cuartel general se ubicaron en el lujoso Hotel Dai-Ichi de siete pisos y el edificio Mutual Insurance frente a una sección del foso alrededor de la Casa del Emperador. Seiscientos oficiales y 1.400 soldados se trasladaron a Tokio con el Cuartel General. El escalón de retaguardia del cuartel general permaneció en Manila. El 8° Ejército se hizo cargo de los edificios de Yokohama anteriormente ocupados por el Cuartel General supremo japonés.
En un movimiento del primer ministro Higashi-Kuni para purgar de su gabinete a todos los miembros que pudieran no ser aceptables para el Comandante Supremo, al Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu, quien había firmado el documento de rendición para el Gobierno Imperial Japonés a bordo del USS “Missouri” (BB-63) se le pidió, el 18 de septiembre, que dimitiera. Fue reemplazado el mismo día por Shigeru Yoshida, un diplomático de carrera muy conocido por su posición constante contra la política de agresión japonesa. Se informó que Yoshida se opuso a la guerra desde el principio y que fue encarcelado durante un mes a principios de 1945 debido a sus persistentes esfuerzos por lograr la paz a través de canales diplomáticos. El primer ministro Higashi-Kuni afirmó que hizo el nombramiento porque “su historial está libre de cualquier sospecha de apoyo activo a la guerra”.
La misma semana, Taketora Ogata fue destituido como Presidente de la Junta de Información y Ministro sin Cartera, luego de que el Comandante Supremo ordenara su arresto como uno de los líderes de la notoria Sociedad del Dragón Negro. Su lugar fue ocupado por Tatsuo Kawai. Sin embargo, Ogata retuvo su puesto como secretario jefe del gabinete.
Representantes japoneses a bordo del USS Missouri (BB-63) durante la ceremonia de rendición, el 2 de septiembre de 1945. Al frente están: el Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu (con sombrero de copa) y el General Yoshijiro Umezu, Jefe del Estado Mayor del Ejército. Detrás de ellos hay tres representantes de la Cancillería, el Ejército y la Armada. Incluyen, en la fila central, de izquierda a derecha: Teniente General Yatsuji Nagai, Katsuo Okazaki, Contralmirante Tadatoshi Tomioka, Toshikazu Kase, y el Teniente General Suichi Miyakazi. En la última fila, de izquierda a derecha (no todos son visibles): Contralmirante Ichiro Yokoyama, Saburo Ota, Capitán Katsuo Shiba, y Coronel Kaziyi Sugita, Ejército. (Las identidades de la segunda y la tercera fila provienen de una fotografía anotada en los archivos del Comando de Historia y Patrimonio Naval). Fotografía de la Colección del Cuerpo de Señales del Ejército en los Archivos Nacionales de EE. UU.
Almirante Sir Bruce Fraser, Reino Unido;
Teniente General Kuzma Derevyanko, Unión Soviética;
General Sir Thomas Blamey, Australia;
Coronel Lawrence Moore Cosgrave, Canadá;
General Philippe Leclerc, Francia;
Almirante Conrad E.L. Helfrich, Países Bajos y
Vice Mariscal del Aire Leonard M. Isitt, Nueva Zelanda.
El teniente general Richard K. Sutherland, Ejército de los EE. UU., está justo a la derecha del Vice Mariscal del Aire Isitt. Fuera de cámara, a la izquierda, están el representante de China, el general Hsu Yung-chang, y el representante de los EE. UU., el Almirante de Flota Chester W. Nimitz. La bandera enmarcada en la parte superior izquierda es la que ondeaba el buque insignia del comodoro Matthew C. Perry cuando entró en la bahía de Tokio en 1853
Imagen: soldados, marineros y marines en las cubiertas del USS Missouri, se agolpan para ser testigos presenciales de la rendición japonesa
La rendición formal del Japón ocurrió el 2 de septiembre de 1945, alrededor de las 09:00, hora de Tokio, cuando representantes del Imperio de Japón firmaron el Instrumento de Rendición en la Bahía de Tokio, a bordo del acorazado USS Missouri.
La ceremonia que formalmente puso fin al conflicto más sangriento de la historia humana, duró apenas 23 minutos. Comenzó exactamente a las 09:02 con un breve discurso de apertura del general Douglas MacArthur. En su alocución, el general hizo un llamado a la justicia, la tolerancia y la reconstrucción. Consecutivo, el Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu, en representación del Emperador de Japón, firmó el Instrumento de Rendición. Le siguió el Jefe del Estado Mayor General del Ejército, el general Yoshijirō Umezu, por el ejército del Imperio. Después de esto, el General MacArthur firmó el Instrumento como Comandante Supremo Aliado y lo siguieron:
• El Almirante Chester W. Nimitz, por los Estados Unidos
• El General Xu Yongchang por la República de China
• El Almirante Sir Bruce Fraser para el Reino Unido
• El Teniente General Kuzma Derevyanko por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)
• El General Sir Thomas A. Blamey por Australia
• El Coronel Lawrence Moore Cosgrave por Canadá
• El General Philippe Le Clerc por el Gobierno Provisional de la República Francesa
• El Teniente Almirante Conrad EL Helfrich para el Reino de los Países Bajos
• El Vicemariscal del Aire Leonard M. Isitt por Nueva Zelanda
Concluidas las firmas, MacArthur hizo algunas observaciones finales y dio por finalizado el evento. A las 09:25 del 2 de septiembre de 1945, la guerra había terminado oficialmente.
Poco después, las investigaciones sobre crímenes de guerra japoneses comenzaron rápidamente. Muchos miembros de la familia imperial, como los hermanos del Emperador, el Príncipe Chichibu, el Príncipe Takamatsu y el Príncipe Mikasa, y su tío, el Príncipe Higashikuni, presionaron a Showa para que abdicara para que uno de ellos pudiera servir como regente hasta que el Príncipe Heredero Akihito alcanzara la mayoría de edad. Sin embargo, en una reunión con el Emperador más tarde en septiembre, el general MacArthur manifestó al monarca que necesitaba de su ayuda para gobernar Japón. Hirohito aceptó y ningún miembro de la familia imperial fue juzgado.
Hasta 1947 no se terminaron de repatriar a todos los prisioneros capturados por los aliados occidentales. En abril de 1949, China todavía tenía más de 60.000 prisioneros japoneses.
Algunos rezagados japoneses se negaron completamente a rendirse (creyendo que la declaración era propaganda o considerando que la rendición era contraria a su código), sobre todo en las pequeñas islas del Pacífico. Algunos puede que ni siquiera tuvieran noticia de ello.
En diciembre de 1974, Teruo Nakamura, el último rezagado conocido, salió de su refugio oculto en Indonesia, mientras que otros dos soldados japoneses, que se habían unido a la guerrilla comunista al acabar la guerra, lucharon en el sur de Tailandia hasta 1991.
Así concluyó la Gran Guerra de Asia Oriental, iniciada el 7 julio de 1937 en un ya lejano incidente alrededor de un puente al norte de China ¿Asia finalmente encontraría la paz? Absolutamente, no.
Pero esa es otra historia…
Autor: Fortis Leader para Fortis Leader - The Pacific & Asia
El 2 de septiembre de 1945, Japón firmaría la rendición incondicional. A bordo del acorazado USS Missouri (BB-63) el cual entró en la bahía de Tokio el 29 de agosto para prepararse para la ceremonia formal de la rendición. En la base naval de Kurihara, la cual estaba ubicada en la isla de Honshu, los oficiales de la Armada Imperial Japonesa entregan sus espadas a los marines estadounidenses. Septiembre de 1945 / Archivos de la revista LIFE - Fotógrafo: Carl Mydans /World War Pictures. (FGF Colourised)
El Presidente Harry S. Truman anunciando la rendición de Japón en la Casa Blanca, Washington, DC, 14 de agosto de 1945
5 DE SEPTIEMBRE DE 1945.
Soldados japoneses marchan disciplinadamente por las calles de la ciudad china de Nankín. Derrotados regresan a casa.
Es el 5 de septiembre; tres días antes, Japón firmó el acuerdo de rendición a bordo del acorazado estadounidense USS Missouri en la bahía de Tokio. Sin embargo, China desea su propia rendición, tal como Stalin logró en Berlín cuatro meses antes, al final de la guerra en Europa. La ceremonia tendrá lugar en Nankín el 9 de septiembre, en el auditorio de la Academia Militar China. En una ceremonia de quince minutos, el general japonés Okamura firma la rendición incondicional.
Que Nankín fuera elegida como sede no es casualidad. La ciudad fue la capital de China en 1937 y fue capturada por los japoneses en diciembre de 1937, tras una masacre sin precedentes y decenas de miles de violaciones. El número de víctimas mortales aún se debate, pero la cifra de trescientas mil se acepta generalmente como realista. Excepto en Japón, donde las estimaciones son mucho más bajas y algunos fanáticos hablan de sólo unos cientos de muertos
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=450477277103453&set=a.418790153605499
Fuente: https://www.history.navy.mil/.../ships-present-in-tokyo...
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo?fbid=382696144034473&set=a.340705901566831
Referencias:
"World War II", Wilmott, Cross & Messenger, Dorling Kindersley, 2004
https://www.facebook.com/photo/?fbid=191393633274079&set=gm.5380547615395905&idorvanity=4051594701624543
Pedro Pablo Romero Soriano PS