Volver a empezar

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Esta imagen fue tomada en Hiroshima un año después de la explosión de la bomba atómica que la devastó, pero eso no significa que las clases hayan estado suspendidas durante la guerra. Si bien muchos estudiantes fueron forzados a alistarse o a prestar servicios en fábricas, otros fueron reubicados en lugares más alejados del conflicto para seguir estudiando.
Tal es así que el 15 de septiembre de 1945, exactamente un mes después de la rendición, el Imperio lanzó oficialmente las “Directrices para el desarrollo del nuevo Japón”, que se basaba –entre otros- en los siguientes principios:
1. La educación tiene como objetivo ampliar las percepciones y el conocimiento, mejorar la capacidad de pensar científicamente, fomentar un espíritu de amor por la paz y mejorar la moralidad de las personas.
2. Se deben eliminar de los contenidos todos los temas relacionados con lo militar. La docencia y la investigación deben orientarse a la paz.
3. Brindar oportunidades especiales de aprendizaje para los estudiantes que habían sido enviados a la guerra o a las fábricas, obligándolos a abandonar la escuela.
4. Para fomentar una alta moralidad y personas de mente amplia, era necesario aumentar la educación fuera de la escuela para adultos y trabajadores, a través de bibliotecas públicas y museos, además de utilizar medios como exposiciones de pintura, espectáculos de teatro, edición de libros de divulgación científica, etc.
5. Buscar la cooperación interreligiosa para fomentar la amistad y la paz mundial.
6. Facilitar eventos de competencia deportiva para mejorar la salud física y espiritual, así como fomentar el espíritu de juego limpio y amistad entre los niños de la nación y entre el pueblo de Japón y otros ciudadanos.
Japón perdió la guerra contra los Estados Unidos en 1945 y como consecuencia, durante los siguientes siete años, Japón fue ocupado por el vencedor y el Comandante Supremo de las Potencias Aliadas (SCAP), profundizó la reforma educativa y se centró en condicionar a los estudiantes a aceptar más fácilmente los ideales democráticos, liberales e igualitarios, confrontando directamente con las estructuras jerárquicas predominantes profundamente arraigadas en todos los niveles de la sociedad japonesa.
El imparable ascenso de Japón tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial se convirtió en el centro de admiración mundial, y el desarrollo de los recursos humanos a través de la educación se ha convertido en la clave principal del éxito de Japón. Sin embargo, no es menos cierto que a Estados Unidos le interesaba mucho el crecimiento de la economía de Japón, porque existía el riesgo de que una población japonesa infeliz y pobre se volviera hacia bando rojo, y actuó en consecuencia dándole una gran mano.
“Borrón y cuenta nueva”. Con paz, educación, trabajo, compromiso y la ya mentada ayuda, Japón pudo recuperarse del trauma de la Segunda Guerra Mundial y logró convertirse en la década de 1960, en la tercera entidad económica más grande del mundo, después de Estados Unidos y la Unión Soviética.

Autor: Fortis Leader para Fortis Leader - The Pacific & Asia.


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=388161826821238&set=a.340705901566831

Fortis Leader - The Pacific & Asia

Ong, Susy (2020) "Post-World War II Education Reform in Japan," Journal of Strategic and Global Studies: Vol. 2 : No. 2 , Article 5.


 



















Pedro Pablo Romero Soriano PS

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