Operación Tempestad. Varsovia 2 de octubre de 1944

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Fotografía coloreada en dramática escena durante la fase final del Alzamiento de Varsovia del verano de 1944. Tras un duro viaje por las alcantarillas, uno de los insurgentes cae directo en manos de los alemanes. La expresión de desánimo en su rostro lo dice todo

Insurgentes capturados por soldados de las Waffen SS tras el Levantamiento de Varsovia. Según algunas fuentes es una fotografía que acompañaba al informe que realizó el general de las Waffen  SS Jürgen Stroop, quien dirigió la represión alemana. Septiembre de 1944

El 24 de septiembre de 1944, las tropas alemanas lanzaron un asalto general sobre el Alto Mokotów. Después de cuatro días de feroces combates, el distrito cayó. Al igual que en otros distritos de Varsovia, los soldados alemanes ultimaron a los heridos y al personal médico en los hospitales insurgentes que conquistaron. El 26 de septiembre, varios heridos que yacían en el hospital de insurgentes de la calle Czeczota 17 y en el puesto de vendajes de la calle Czeczota 19 fueron baleados.
Los alemanes expulsaron a los habitantes de los barrios capturados de Mokotów, saqueando e incendiando casas. Más de 70 hombres sospechosos de participar en el levantamiento fueron fusilados en la calle Kazimierzowska. Después de que terminó la batalla, los alemanes reunieron a los civiles junto con los insurgentes heridos en la pista de carreras de caballos en Służewiec y luego los transportaron al campo de tránsito en Pruszków.
Después de unos días del asalto alemán, quedó claro que el colapso del distrito era inevitable debido a la enorme ventaja de las tropas germanas. El 26 de septiembre, por la mañana, comenzó una retirada ordenada por el comandante del 5° Distrito Józef Rokicki “Karol” hacia el distrito de Śródmieście Sur. La decisión de evacuar fue cuestionada por el comandante del Distrito de Varsovia del Ejército Nacional Antoni Chruściel "Monter", quien ordenó a "Karol" regresar a Mokotów. Sin embargo, ya no fue posible ejecutar la orden. De los 1 600 hombres que se encontraron en las alcantarillas en el camino de Mokotów a Śródmieście, solo la mitad llegó a su destino.
El sistema de alcantarillado subterráneo permitía el tránsito de los insurgentes entre los barrios aislados entre sí. Los insurgentes de Varsovia, que se encontraron en las alcantarillas durante los combates, recordaban durante posguerra, como una de sus peores experiencias. Sucias, oscuras y malolientes, sin embargo, permitió salvar muchas vidas. Como los alemanes destruyeron parte del paso a través de las alcantarillas debajo de la plaza Unii Lubelskiej y en el área de Łazienki, los insurgentes restantes se vieron obligados a regresar a Mokotów. Durante la caótica evacuación algunos de los insurgentes se perdieron en las alcantarillas y tras varias horas de intensa marcha abandonaron por error las alcantarillas en la zona ocupada por los alemanes. Los insurgentes y civiles capturados fueron conducidos al comando cercano de la gendarmería en la calle Dworkowa.
Allí, los alemanes separaron a los civiles y algunas enfermeras y oficiales de enlace del resto, mientras que a los soldados del Ejército Nacional que habían sido tomados cautivos se les ordenó arrodillarse en la valla al borde de la pendiente cercana. Cuando uno de los insurgentes no soportó la tensión y trató de quitarle un arma al guardia, los policías de Schutzpolizei dispararon contra todos los soldados del Ejército Nacional capturados. Alrededor de 140 prisioneros fueron víctimas de la masacre. Otros 98 insurgentes, capturados tras salir de las alcantarillas, fueron fusilados en la calle Chocimska. Antes de la ejecución, los alemanes torturaron a los prisioneros, obligándolos a arrodillarse con las manos en alto y golpeándolos con las culatas de sus armas.
El 27 de septiembre tras la capitulación de Mokotów, el SS-Obergruppenführer Bach garantizó la vida de los insurgentes que habían sido tomados cautivos. A pesar de esto, los alemanes asesinaron a un número indeterminado de polacos gravemente heridos que yacían en los sótanos de las casas en la calle Szustra (el tramo entre las calles Bałuckiego y Puławska), así como incendiaron el hospital insurgente en la calle Puławska 91, donde más de 20 personas murieron.


El fin del alzamiento y sus desastrosas consecuencias

Se suponía que lucharían por unos días, lucharon durante más de 2 meses...
El levantamiento de Varsovia se derrumbó hace 76 años.
La muerte se impuso. Se estima que entre 150.000 y 180.000 personas murieron durante el conflicto.
En total, se cree que entre 600.000 y 800.000 varsovianos murieron en la segunda guerra mundial.
Un 30% de la ciudad fue destruida en la lucha, y tras el fin de la guerra casi toda la ciudad fue destruida.
El levantamiento de Varsovia fue la mayor acción armada del subsuelo en la Europa ocupada por los alemanes.
Su objetivo militar era liberar la capital de la extremadamente brutal ocupación alemana, bajo la cual ha estado desde septiembre de 1939.
Con la moral alemana hecha trizas, a menos de 1 año del final de la guerra, y el Ejército Rojo ya en la orilla este del Vístula, desde julio de 1944, dirigido por el mariscal Rokossovsky.
Ningún momento parecía mejor que el presente. Tras un estrecho contacto con el gobierno polaco en el exilio y tras asegurar ciertas garantías de ayuda aliada, el Ejército Nacional (el movimiento militar polaco en tiempos de guerra, también conocido como Armia Krajowa o AK) organizó un ataque militar con el objetivo de liberar Varsovia e instalar un gobierno independiente.
La inteligencia alemana era consciente de que era posible un levantamiento, pero nada parecía claro.

"El carnicero de Varsovia". El gobernador Hans Frank. Frank fue capturado por tropas estadounidenses el 3 de mayo de 1945, en Tegernsee en el sur de Baviera. Crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Como gobernador de los territorios polacos ocupados, Frank aplicó una política destinada a acabar con el país como nación. Par ello, procedió a asesinar en masa a todo aquel susceptible de resistirse a la dominación alemana, impuso unas exigencias económicas desproporcionadas a la vista de los recursos del país y procedió al exterminio de millones de judíos de ese país. El veredicto emitido el 1 de Octubre le declaró culpable de los cargos tercero y cuarto y fue sentenciado a muerte.
Fue el quinto en ser ahorcado. Sus últimas palabras fueron -Agradezco el trato amable que se me ha dispensado durante mi cautiverio y ruego a Dios que me acoja en su misericordia- Frank se había convertido al catolicismo tras ser arrestado

Las tensiones aumentaron con la caída de panfletos lanzados por el Ejército Rojo instando a los varsovianos a las armas, y se exacerbaron aún más el 30 de julio con un anuncio de radio soviético que decía: «¡Pueblo de la capital! ¡A las armas! ¡Atacad a los alemanes!»
A pesar de esto, el Ejército Rojo no hizo ningún intento concertado para ayudar a los polacos, mientras que las promesas de apoyo aliado resultaron en gran parte inútiles, ya que el ejército de la alianza más cercano era precisamente el que les negaba la ayuda.
En cuanto a la jerarquía nacionalsocialista, reaccionaron con rabia ciega a este golpe de insolencia polaca, y lo que siguió fue una lucha épica de 63 días durante la cual el Ejército Nacional enfrentó la ira total de Hitler. Estaba a punto de escribirse el capítulo más notorio de la historia de Varsovia.
Sin embargo, a pesar de estos éxitos iniciales, la resistencia polaca no pudo unirse como estaba planeado, ya que los alemanes seguían manteniendo posiciones importantes como el aeropuerto.
Mientras tanto, al recibir la noticia del alzamiento, Hitler dio a la Luftwaffe, la aviación alemana, la orden de destruir Varsovia. El comandante en jefe de las SS, Heinrich Himmler, le puso el colofón: “Hay que matar a todos y a cada uno de sus habitantes, niños y mujeres incluidos. Está prohibido tomar prisioneros. Varsovia debe quedar arrasada y, de este modo, se convertirá en un ejemplo disuasorio para toda Europa”
En cuestión de días empezaron a llegar refuerzos alemanes, y el 5 y 6 de agosto arrasaron el distrito occidental de Wola, masacrando a más de 40.000 hombres, mujeres y niños en lo que se convertiría en uno de los episodios más salvajes del Levantamiento. En el resto de distritos, como en el de Ochota, las brigadas alemanas no fueron menos salvajes, tenían órdenes de no dejar a nadie con vida.
El 30 de agosto, el primer ministro Stanislaw Mikolajczyk viajó a Moscú para pedir a Iósif Stalin refuerzos para las unidades polacas. Sin embargo, este no solo se negó a prestar asistencia a los insurgentes, sino que además saboteó las acciones de los aliados occidentales.

Dirlewanger, que ordenó y participó personalmente en muchos de los peores actos de violencia, fue arrestado el 1 de junio de 1945 por las tropas de ocupación francesas mientras se ocultaba bajo un nombre falso cerca de la ciudad de Altshausen en la Alta Suabia. Murió el 7 de junio de 1945 en un campo de prisioneros francés en Altshausen, probablemente como resultado de los malos tratos por parte de sus guardias polacos

En el curso del Levantamiento de Varsovia y su represión, los alemanes deportaron a aproximadamente 550.000 de los residentes de la ciudad y aproximadamente 100.000 civiles de sus afueras, enviándolos a Durchgangslager 121 (Dulag 121).
La policía de seguridad y las SS segregaron a los deportados y decidieron su destino.
Aproximadamente 650.000 personas pasaron por el campo de Pruszków en agosto, septiembre y octubre.
Aproximadamente 55.000 fueron enviados a campos de concentración, incluidos 13.000 a Auschwitz.
Incluían personas de una variedad de clases sociales, ocupaciones, condiciones físicas y edades. Los evacuados iban desde bebés de solo unas pocas semanas hasta personas extremadamente ancianas. En algunos casos, también eran personas de diferentes orígenes étnicos, incluidos judíos que vivían con "documentos arios".
Después de seis semanas de inacción, Rokossovsky dio luz verde para que una fuerza polaca al mando del general Zygmunt Henryk Berling cruzase el río y ayudase a los insurgentes. La operación fue un fracaso, las bajas fueron muy altas y la operación fue cancelada. Para los rusos, este intento de cruzar el Vístula fue suficiente; Varsovia estaba sola.
Alrededor de 8.000 polacos defendían el casco antiguo de Varsovia, pero la situación era insostenible. Cada vez había más alemanes, cada vez caían más proyectiles. Las bajas aumentaban de forma alarmante y acordaron pactar un alto el fuego e iniciar una rendición.
Las negociaciones se iniciaron a principios de septiembre. Abandonados por sus aliados, los polacos se vieron obligados a capitular una vez más, tras 63 días, la batalla había terminado.
Después de haber entregado su armamento, cerca de 12.000 soldados polacos marcharon hacia el cautiverio alemán. La batalla había costado 200.000 vidas civiles, mientras que las bajas militares entre alemanes y polacos sumarían 40.000.
Los habitantes restantes de Varsovia fueron exiliados, y los alemanes se dispusieron a destruir lo que quedaba de la ciudad. «Ni una piedra puede permanecer en pie«, advirtió Himmler, y lo que sucedió a continuación sólo puede describirse como la devastación metódica y calculada de una ciudad. Los alemanes destruyeron el 85% de Varsovia.
Los edificios se numeraron de acuerdo con su importancia para la cultura polaca antes de ser dinamitados por equipos de ingenieros, mientras que las áreas menos históricas simplemente se quemaron. Nada se salvó de la «iconoclasia», ni los árboles.
Muchas de estas ruinas y «cicatrices» aun son visibles en la Varsovia actual
Las pérdidas materiales que sufrieron la ciudad y sus habitantes en aquella época ascienden a 45.300 millones de dólares, según cálculos de 2004. Casi 10.000 insurrectos perdieron la vida en combate, 6.000 desaparecieron sin dejar rastro y 20.000 cayeron heridos, 5.000 de ellos de gravedad. Murieron también entre 150.000 y 200.000 civiles, la tercera parte como víctimas del exterminio de los alemanes. Cerca de 15.000 soldados fueron hechos prisioneros, incluidos el comandante en jefe del AK, el general Tadeusz “Bór” Komorowski, otros cinco generales, 900 oficiales y 2.000 mujeres. Las bajas de las unidades del 1.º Ejército durante las luchas por el barrio de Praga y por las cabezas de puente fueron más de 5.500 entre muertos y heridos.
Varsovia permanecería ocupada por el Tercer Reich hasta el 17 de Enero de 1945, fecha en que el I Ejército Polaco, seguido desde la retaguardia por el Ejército Rojo, entró en la capital descubriendo nada más que ruinas y escombros.
La insurrección confirmó la determinación de los polacos en la lucha contra el invasor alemán, desmintió la propaganda soviética y puso de manifiesto la fuerza del AK, así como la entrega de sus integrantes.

Heinrich-Friedrich Reinefarth, conocido como Heinz Reinefarth, también conocido como "el carnicero de Wola" o "el aplasta rebeliones". En 1945, fue detenido por autoridades británicas y estadounidenses, pero nunca fue procesado por sus acciones en Varsovia, a pesar de las solicitudes polacas de extradición. Después de que un tribunal de Alemania Occidental lo liberara por falta de pruebas, Reinefarth disfrutó de una exitosa carrera como abogado en la posguerra, convirtiéndose en alcalde de Westerland y miembro del parlamento Landtag de Schleswig-Holstein falleciendo en 1979

El alzamiento tenía posibilidades de prosperar, pero el escaso apoyo de los aliados occidentales y la actuación soviética lo condenaron al fracaso. El resultado de la insurrección selló la derrota de las aspiraciones de liberación polaca y su destino, fraguado más tarde en la Conferencia de Yalta. La aniquilación de Varsovia facilitó a Stalin la imposición del sistema comunista y la sovietización del país.
Durante décadas Polonia permanecería dentro de la órbita comunista del Pacto de Varsovia liderado por la Unión Soviética. Muchos en Occidente criticaron la situación de los polacos, a los que consideraron abandonados y traicionados, ya que al fin y al cabo la Segunda Guerra Mundial había estallado en 1939 por garantizar la independencia de Polonia frente a una potencia extranjera. Fuese cuál fuese el motivo, Polonia se mantuvo como país comunista un total de 48 años hasta la caída del bloque socialista y su independencia definitiva en 1992. A partir de entonces se recuperaría el recuerdo de todos los héroes caídos por su patria en el épico Levantamiento de Varsovia.

En la imagen, el general Bor-Komorowski estrecha la mano de Bach-Zelewski tras la rendición del Ejército Nacional Polaco

Este día de 1944, se dio el final del Levantamiento de Varsovia, Murieron unos 225.000 civiles durante el levantamiento y una gran parte de Varsovia había sido destruida en lo que se convertiría en una de las mayores atrocidades de la guerra. El levantamiento duró 63 días. El 2 de octubre, para salvar a su ciudad de un mayor sufrimiento, Bor-Komorowski, el líder del Ejército Nacional Polaco (Armia Krajowa) se rindió.
Se había enviado un mensaje oficial a su pueblo que decía: "Varsovia ha caído después de haber agotado todos los medios de lucha y todos los suministros de alimentos en el 63º día de su heroica lucha contra la abrumadora superioridad del enemigo". El 2 de octubre se firmó una orden de capitulación de las fuerzas polacas restantes. Esa noche cesaron todos los combates. Según los términos de la rendición, los alemanes se comprometieron a tratar a los soldados del Ejército Nacional de acuerdo con la Convención de Ginebra y a tratar humanamente a la población civil. Al día siguiente, los alemanes comenzaron a desarmar a los soldados del Ejército Nacional.


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=472802951537552&set=pb.100064235526662.-2207520000..

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Rusia y Polonia. La promesa soviética», Planeta Deagostini (1959)
Norman Davies, Varsovia 1944 Tomo 1, La heroica lucha de una ciudad atrapada
Dialnet-ImpactoDelLevantamientoDeVarsoviaDe1944VisionOfici-6006011.pdf
redaccionhyv@historiayvida.com.
W. Grabowski: Armia Krajowa , Boletín del Instituto del Recuerdo Nacional, 2011,
Estudio de la Polonia subterránea. Londres, "Documentos del ejército 1939-1945", Volumen II, junio de 1941 - abril de 1943, Ossolineum, 1990

Fuentes:
“Rising 44 - The Battle for Warsaw” de Norman Davies (2004
https://www.facebook.com/photo/?fbid=559554276195752&set=a.418790153605499

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Pedro Pablo Romero Soriano PS

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