La Bolsa de Falaise desde la perspectiva alemana

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En la imagen, tres Fallschirmjäger y un motorista en una BMW R75 y sidecar en la Route de Rouen en Grand-Bourgtheroulde, durante la retirada de Normandía, a finales de agosto de 1944


Escapando de Falaise
La batalla conocida como la “Bolsa de Falaise”, desarrollada entre el 12 y el 21 de agosto de 1944, fue el momento culminante de la campaña de Normandía. Este artículo analiza el desarrollo y desenlace del cerco desde la perspectiva del mando alemán, examinando las decisiones estratégicas, los errores operacionales, la situación en el terreno y las consecuencias militares del colapso del Grupo de Ejércitos B. A través de fuentes primarias y análisis historiográfico, se demuestra cómo esta derrota representó el punto de inflexión definitivo en el frente occidental para la Wehrmacht.


La campaña de Normandía de 1944 concluyó con una serie de movimientos envolventes por parte de las fuerzas aliadas que culminaron en el cerco de decenas de miles de soldados alemanes en la región comprendida entre Falaise, Trun, Chambois y Mont Ormel. Mientras que la historiografía aliada ha tratado abundantemente esta victoria, este artículo se centra en la perspectiva alemana, escasamente documentada en términos estratégicos y humanos, para reconstruir cómo se vivió la derrota desde dentro del Heeresgruppe B.
Tras el desembarco aliado en Normandía el 6 de junio de 1944 (Operación Overlord), la Wehrmacht logró contener el avance durante semanas, especialmente en el sector de Caen. Sin embargo, la Operación Cobra (25-31 de julio), liderada por el general George S. Patton, rompió el frente al sur de Saint-Lô, dejando expuesto el flanco izquierdo del 7.º Ejército alemán. La respuesta de Hitler fue ordenarle al mariscal de campo Günther von Kluge un contraataque inmediato hacia Avranches (Operación Lüttich), pese a la manifiesta inferioridad alemana en medios aéreos, blindados y combustible.


El fracaso de dicha ofensiva debilitó aún más a las fuerzas alemanas y aceleró el movimiento envolvente aliado hacia el valle del río Dives.

-Decisiones Estratégicas Alemanas: Descoordinación y Sumisión Política
Desde el alto mando alemán, la situación era cada vez más insostenible. Kluge solicitó repetidamente una retirada ordenada hacia el Sena, previendo el riesgo de cerco, pero la insistencia de Hitler en mantener posiciones estratégicas “a toda costa” impidió cualquier repliegue efectivo.
El 17 de agosto, tras el fracaso de Lüttich y en un contexto personal marcado por su implicación en el atentado del 20 de julio, Kluge fue relevado y sustituido por Walter Model, quien adoptó una postura más realista: extraer a la mayor cantidad de tropas posible de la bolsa antes de su cierre.
Model enfrentaba sin embargo una situación logística desesperada:
La Luftwaffe estaba ausente.
Las rutas de retirada estaban bajo fuego aéreo constante.
La comunicación entre unidades era errática.
Las tropas estaban extenuadas y desmoralizadas.

-El Cerco: Condiciones en el Terreno y la Ruptura Final
Entre el 18 y el 21 de agosto, las tropas alemanas atrapadas —más de 100.000 hombres de unas 20 divisiones, incluyendo elementos de las divisiones Panzer SS y de infantería regular— intentaron escapar por un estrecho corredor entre Chambois y Trun. Allí se produjeron combates caóticos contra tropas canadienses, estadounidenses, y, sobre todo, polacas del 1.er Cuerpo Blindado del general Maczek, que ocuparon la Colina 262 (Mont Ormel), cerrando efectivamente el cerco.
Los intentos alemanes de romper la línea polaca fracasaron. Los testimonios describen escenas de destrucción sin precedentes:
“Nunca en el frente del Este vi tanta muerte concentrada en tan poco espacio.”

— Testimonio del Oberstleutnant Wilhelm Günther (276.ª Div. Inf.)
El cerco se completó el 21 de agosto. Se estima que unos 50.000 soldados alemanes fueron capturados, entre 10.000 y 15.000 muertos, y más de 2.000 vehículos destruidos, incluyendo la mayoría del parque motorizado del 7.º Ejército.



La bolsa de Falaise representó la destrucción operativa del 7.º Ejército alemán en el Oeste. Las unidades sobrevivientes cruzaron el Sena sin cohesión, sin artillería ni logística, y sin posibilidad de formar una línea defensiva efectiva.
En términos políticos, la derrota alimentó la paranoia de Hitler, que asumió control más directo de las operaciones del oeste, confiando cada vez más en comandantes fanáticos y reprimiendo cualquier sugerencia de retirada táctica.
Además, la pérdida de Normandía y de 150.000 soldados (entre muertos, heridos y prisioneros) dejó el camino libre a la liberación de París (25 de agosto) y a la rápida caída de Bélgica en septiembre.
Desde la perspectiva alemana, la Bolsa de Falaise fue una derrota estratégica autoinducida, causada por una cadena de errores que combinó:
Rigidez ideológica del Alto Mando (OKW y Hitler).
Subestimación de la movilidad aliada.
Negación de la realidad táctica en el terreno.
Ausencia total de supremacía aérea.
A pesar de los intentos de Walter Model por mitigar el desastre, la destrucción fue inevitable. Falaise selló el destino de la Wehrmacht en Francia y confirmó el principio del colapso del Reich en el Frente Occidental.
Históricamente, la bolsa de Falaise también ilustra el costo humano de las decisiones estratégicas erradas, cuando la ideología interfiere con la lógica militar. La negativa de Hitler a autorizar una retirada oportuna no sólo condenó a decenas de miles de sus soldados, sino que debilitó de forma permanente la defensa del Reich en el Oeste, acelerando el avance aliado hacia el corazón de Alemania.
Finalmente, Falaise constituye un caso de estudio ejemplar sobre el arte del cerco moderno y los límites de la guerra mecanizada en condiciones de pérdida de control aéreo. Para la historiografía militar, representa un punto de convergencia entre el análisis técnico-operacional y la dimensión humana del conflicto: un lugar donde la estrategia fracasó, pero donde miles de individuos aún lucharon por sobrevivir en medio del derrumbe.


FUENTES:
Historia de la Segunda Guerra Mundial 
Álvaro Núñez de Pazos 
-Meyer, H.The 12th SS: The History of the Hitler Youth Panzer Division. Stackpole Books. (2005). 
-Hastings, M. Overlord: D-Day and the Battle for Normandy 1944. (1984).
-Keegan, J.  Six Armies in Normandy.(1982).
-Wilmot, C. The Struggle for Europe.(1952).
-Citaciones de diarios y testimonios: Bundesarchiv-Militärarchiv, Freiburg.
-Día D – La Batalla de Normandía de Anthony Beevor (2009)
-Overlord – D-Day Battle for Normandy de Max Hastings (2010)


 





























Pedro Pablo Romero Soriano PS 

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