Ocupación de Renania
El 7 de marzo de 1936, las tropas alemanas entraron en Renania. Esta acción iba directamente contra el Tratado de Versalles que había establecido los términos que la Alemania derrotada en la Primera Guerra Mundial había aceptado. Este movimiento, en términos de relaciones exteriores, confundió a los aliados europeos, especialmente a Francia y Gran Bretaña. ¿Qué deberían hacer al respecto?
El 7 de marzo de 1936, las tropas alemanas entraron en Renania. Esta acción iba directamente contra el Tratado de Versalles que había establecido los términos que la Alemania derrotada en la Primera Guerra Mundial había aceptado. Este movimiento, en términos de relaciones exteriores, confundió a los aliados europeos, especialmente a Francia y Gran Bretaña. ¿Qué deberían hacer al respecto?
Según el Tratado de Versalles, Renania, una franja de tierra en territorio alemán que limita con Francia, Bélgica y los Países Bajos, debía permanecer desmilitarizada. Es decir, no se colocarían tropas alemanas dentro de esa área ni se construirían fortificaciones. El objetivo era aumentar la seguridad francesa haciendo imposible que Alemania invada Francia sin que esta pueda actuar. Otros términos restringieron el ejército alemán a 100.000 hombres y la marina a solo 36 barcos.
Alemania en la década del 20 estaba ansiosa por volver a los términos normales con otras naciones y firmó el Tratado de Locarno. Mediante este tratado, Alemania acordó aceptar los términos del Tratado de Versalles, al menos en sus fronteras occidentales. Francia continuó preocupándose por su seguridad contra Alemania, particularmente después de que Adolf Hitler se convirtiera en canciller de Alemania en 1933. Siempre había declarado su firme intención de derrocar el Tratado de Versalles y unir a todos los alemanes en un país, incluso si esto conducía a la guerra. Alemania comenzó a rearmarse. ¿Podía Francia confiar en la seguridad colectiva, o debería encontrar aliados militares?.
En mayo de 1935, Francia firmó un tratado de amistad y apoyo mutuo con la Unión Soviética. Alemania afirmó que el tratado les era hostil y Hitler usó esto como una excusa para enviar tropas alemanas a Renania en marzo de 1936, en contra de los términos de los tratados de Versalles y Locarno. Era una apuesta alta de su parte y los generales ejecutaron la acción vacilantes. El rearme alemán aún no había llegado a un punto en el que se sintieran listos para enfrentarse a una nación bien armada como Francia.
Tras las discusiones entre las altas autoridades británicas y francesas decidiendo que hacer, el Secretario de Asuntos Exteriores británico, Anthony Eden, se reunió con el embajador alemán y formuló sus propuestas. Hitler se negó a retirar sus tropas y presionó a la Liga de las Naciones para que actuara. Francia estaba al borde de una elección general y no actuaría sin el apoyo de Gran Bretaña. Sin embargo, los británicos sintieron que el Tratado de Versalles era injusto para Alemania y era demasiado restrictivo, y en parte debido a esto, el gobierno británico decidió no hacer nada. Ante la inacción de franceses y británicos, Hitler con su maniobra, ganó la apuesta, cada vez pisaba más fuerte y pasó de la ocupación de Renania, a la anexión de Austria y la toma de los Sudetes en 1938, a la toma del resto de Checoslovaquia en marzo de 1939, para desembocar en la invasión a Polonia en septiembre de 1939.
Sabemos que aquellos hombres sentados alrededor de la mesa del gabinete en Downing Street en marzo de 1936 no tenían idea de que estaban a solo tres años y medio de la guerra. Sin embargo, es complicado juzgar a estos hombres en retrospectiva, apostaron con la pasividad y las concesiones (de territorio ajeno) en una política de apaciguamiento que en el breve plazo sería nefasta.
FUENTE:
https://www.facebook.com/historiasgm/photos/a.105107930962361/524414932364990/
Historia de la Segunda Guerra Mundial
Fuente: "The Rhineland Crisis, 7 March 1936" de J.T. Emerson
Pedro Pablo Romero Soriano PS